Escribí esta entradilla que no se publicó cuando estaba de actualidad por no disponer de comunicación directa con Maroto. La he retocado ligeramente y he añadido una adenda (Edición: dos adendas) para explicar un poco el criterio con el que realicé las valoraciones de algunos de los concursantes (aquellos que no habiendo salido expulsados cuando me puse a ello, me suscitan algún interés).

El Balcón de los indultos

Despelote es un interesante término que abarca diversos entendimientos y actitudes relacionados con Gran Hermano, también el VIP.

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Lo primero que le pedimos a los concursantes es que se despeloten [1] y nos muestren cómo realmente son. Pero como no son como Dios los trajo al mundo sino como este último los hizo, pedimos que se disfracen, calzándose medias de superhéroe o ‘enmoñándose’ [2] con hábito de monje.

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No nos gustan sus partes [3]. Bien. Pero, ¿caparlos es el remedio? ¿O la esterilización practicada por la organización cuando uno de sus protegidos caga en lo público?

¿No sería mejor para todos despelotarnos [4] al despelotarse [5] ellos? Dejarles producir el sueño de la razón en lugar de abortar prematuras quimeras.

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No es que reivindique un GH diabólico, pero tampoco lo quiero desangelado.

Por mi parte prefiero que vayamos despelotándoles [6] que ya llegará la eclosión de la burbuja en la que viven y entonces podremos señalar el cielo con el pulgar a aquellos por quienes consideremos merece la pena ser despelotados [7] y el infierno al resto.

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Y bueno, por si acaso, rezar a la virgen del sorpasso para convencerla de que se vaya a las Bahamas para hacer un safari ornitológico, no sea que…

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Notas.-

[1] Figuradamente, despelotarse, RAE: 1. Desnudarse, quitarse la ropa.

[2] Enmoñarse, palabra inventada: por contraposición a desmoñarse, descomponer el moño (por soltarse la melena).

[3] Partes, RAE: 11. Papel de una obra que representa un actor.

[4] Despelotarse, RAE: 3. Desternillarse, troncharse de risa.

[5] Despelotarse, RAE: 2. Alborotarse, disparatar, perder el tino o la formalidad.

[6] Despelotar 2, RAE: 4. Alimentar, cuidar y cebar aves u otros animales.

[7] Despelotar 1, RAE: 3. (Desuso) Dicho de un ave: desplumar (véase) a otra.

Créditos:

Título inspirado en un comentario (<- link ventana nueva) de @ginachilan

ADENDA

Ojo de oca igual se equivoca

Con la idea que sugiere eso del balcón de los indultos, pensé en presentar mi visión de concursantes como si fueran gladiadores en un circo romano. Los concursantes son los que son pero su orden lo fijé según un criterio muy personal. Tenía claro los dos primeros y el cuarto.

Quise darle el cuarto puesto, el de perdedor con la miel en los labios, a Ángel Garó. ¿Por qué? Porque considero que aquellos miembros de la sociedad que de esta han mamado la mejor leche (formación, cultura) están en deuda con ella y a ella deberían devolver algo igualmente nutritivo e inmunitario.

Sé que es opinión mayoritaria que GH no tiene por qué dar ejemplo de nada, que es solo entretenimiento. Lo entiendo. Pero no veo incompatibilidad entre entretenimiento y pedagogía mientras que me parece una pena renunciar a esta cuando se cuenta con los medios y la disposición a atender… O bueno, con la guardia baja, con la atención relajada, dejando que la información se cuele al subconsciente.

Aunque este concurso no tiene los índices de audiencia de sus primeras ediciones, siguen viéndolo millones de personas. A mí me parece un desperdicio por parte de un medio de comunicación desaprovechar el filón de influencia que supone disponer de tal número de personas congregadas. («Que, que, se se me… jiiiii… se me escapa la risa, Jorge» by Koala). Vale, desaprovechar es un decir. Todo apunta a que ellos evalúan con otros parámetros qué es lo deseable en la idiosincrasia, forma de pensar y gustos en cuanto a entretenimiento de su audiencia.

Perfecto. Por mi parte, yo intento lo mío.

Han salido a relucir grandes problemas sociales en esta edición: machismo, bullying, xenofobia, racismo e islamofobia (no sé si olvido algo). No entro a valorar si los hechos alcanzan o no tal gravedad pero que hubieron pinceladas… brochazos que pueden interpretarse como tales, me parece incontestable.

He tenido que sacrificar la sombra del machismo. Era eso o embutir a Suso y Aurah en una lista de reconocimientos, y como que no, se me habría atragantado.

Con lo que queda, formé lo que me parecen las parejas naturales que podrían escenificar las otras zonas oscuras que no ayudan a la salud de una sociedad. Insisto en que hago una apreciación de tono rebajado, sin acusar a nadie de nada. En un caso por representar lo más cercano a víctima y verdugo [1]. En el otro, una para escenificar a la supuesta cabecilla y la otra para hacer de la que se abstiene, más en el sentido de no participar que en el de no intervenir para intentar frenar la sinrazón por no haber encontrado el coraje para hacerlo, que también.

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Ave Fénix, moriturus te salutat

Querido amante de Gran Hermano,

Aunque no sé en qué orden saldrá esta publicación, yo me voy despidiendo.

Un sol se pone pero mañana volverá a salir por el mismo naciente. Si no espabilamos bailaremos a su achicharrante son. Si con más gracia o con menos, escapa de nuestro control; cosas de equilibrio y afinidad con la gravedad. Pero que tu sombra no te haga zancadillas ni te provoque traspiés que te cambien el paso marcado por tu corazón.

Salud y paz,

Truñi

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Audiciones en YouTube

[1] Contamíname (by Pedro Guerra) (<- link ventana nueva)

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[*] Vírgenes del Sol

– Mónica Hoyos (<- link ventana nueva)

– Miriam Saavedra (<- link ventana nueva)

– Isa Pantoja (<- link ventana nueva)

[**] Adiós Pueblo de Ayacucho

– Audiencia (<- link ventana nueva)

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ADENDA SEGUNDA

Un último reconocimiento

JESÚS, defensor de Koala.

Investido Defensor de la Audiencia de Gran Hermano por aclamación multitudinaria en Internet.

Galardonado con el  platino, honoris causa en mi ranking personal.

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Bajo un arcoiris degradado en tonos del color de las heces

Lo que se hizo con Miriam me pareció desproporcionado por dedicarle espacio al menos en los tres programas del concurso (domingo, martes y jueves) cuando es notoria la protección a otros concursantes por actuaciones y palabras mucho más graves. Pero bueno, hasta cierto punto comprensible porque el resbalón lo dio ella, aunque el tercer grado no podía conducir de ningún modo a una salida airosa.

Pero lo del Koala, dado el duelo de expulsión que se libraba –contra una anodina concursante que para reunir fuerzas en la batalla ya se ha beneficiado del recurso del morbo artificioso que supone el entrecruzamiento de sagas autoproducidas y endógamas de noticiables-porque-nos-los-empetan cortesía de Telecinco– me pareció tendencioso. Especialmente la parte en que se intentó dejarle mal al evidenciar que este no le había reprobado a Miriam o al menos señalado el error que había cometido bajo los efectos del alcohol, si es que no se han reservado algún video en el que sí que lo hubiera hecho. Pero, en general, el visionado de videos en el salón de la casa –que esto, aunque siempre selectivo-sesgado, solía ser los martes, creo– pero únicamente desvelando sus movimientos tácticos y confidencias.

Partidismo nada apropiado para la organización de un concurso que se supone árbitro de sus propios contendientes.

Por más que un concurso solo pretenda entretener, emitir de forma torticera el contenido que influirá en la opinión de quienes ejercen de jurado –la audiencia que vota– es una marrullería rastrera, máxime cuando, además, con ello se busca exacerbar la crispación e indignación de la audiencia con el consecuente desembolso económico adicional que le supondrá para tratar de evitar una injusticia. Misma audiencia  que ha ido padeciendo ese tipo de maniobra de ocultación selectiva de contenido relevante, maquillaje de situaciones, incidencia en cuestiones triviales o no relacionadas con el concurso durante semanas, a veces ignorante de ello como es el caso de la audiencia que no sigue el veinticuatro horas o el pulso tomado en Internet.

Y lo anterior también aplicaría para los sospechosos porcentajes de las votaciones que a veces se muestran a la audiencia en el caso de que también con eso estuvieran presentando datos-carnada amparándose en que solo se trata de un juego, por más que el resultado final terminara ateniéndose a votos reales contabilizados.

Por no hablar de las peras del olmo: el dinero que imagino puedan estar invirtiendo productora, representantes y cadena de televisión en dar apoyo a algunos concursantes que les resultará más interesante mantener en la casa.

Pero lo que lo hace más execrable de todo es que malean a su propia audiencia –vote o no vote– induciéndoles a visitar los parajes de las pasiones más sórdidas de la psique humana –propias de una humanidad degenerada y degradada, envilecida– con el riesgo de demorarse más de lo deseable en lo tenebroso sin haber escogido libremente acabar en aquellos páramos, debido a la sobriedad que se requiere para restablecer el ánimo que pueda contrarrestar la inercia del hundimiento en las condiciones allí reinantes.

Y pretenden pasar por no haber roto un plato y sorprenderse cuando llevamos años denunciando irregularidades.

Y hasta se enojan cuando un defensor de uno de los concursantes con toda la calma y educación se niega a participar de la mascarada y señala lo obvio.

¡Y se pitorrean de la audiencia convulsa!

Entretenidísimo el juego de luz y esperanza, divertidísimo. Memorable festín apolíneo.

Lo siento pero tenía que vomitar. El pienso no me sentó bien. Luego existo.

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Sobre Heráclito Salvador de Lux y la aporía de la convergencia de tiempo y lugar con eternidad e infinitud

Confianza pedían.

Yo me siento traicionado una vez más. No aprendo.

Ni lo haré. Hay cosas que no puedo cambiar.

My soul is painted like the wings of butterflies.

Fairytales of yesterday will grow but never die.

I can fly, my friends.

(Freddie Mercury)

Lo dicho, hasta otra.

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Insisto, el programa lo he seguido a ratos y para cuando se publique esto, llevaré semanas sin ver prácticamente nada. Me bajé.

En la arena Tony Spina bailando lento con María Antonia Pérez alias Aramís Fuster o Aramís,  y más tarde con Dariusz Miroslaw alias Darek.

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Tony es el tipo de concursante que logra progresar en un concurso a base de alianzas tácitas con personas que parece escoger para que le sirvan de parapeto si las cuentas salen mal.

Al igual que me resultó chocante la compañía escogida en el concurso de supervivencia de la casa (SV), extraña me pareció la afinidad que mostró con Aramís. La relación con Darek me pareció más natural. Con Ángel y Makoke, creíbles pero creo que circunstanciales, por descarte.

Juró nominar siempre al Koala, hiciera este lo que hiciera.

Relativamente justo, pierde la objetividad cuando sobre él planea la sospecha de formar grupo, como si eso necesariamente supusiera gregarismo o táctica imperdonable. (Edición: dudo que un hombre de campo cuide a los animales para aparentar frente a las protectoras. Quizá un gran productor… Tiene que ser una de esas bromas de Koala que solo él entiende. En todo caso, si así pasó ¿por qué ha tardado tanto en decirlo cuando desde el mismo principio lo puso en su entrecejo? No puedo mantener lo de relativamente justo. Básicamente es que creo en Koala.)

La incapacidad argumentativa de su interlocutor para resaltar de su teoría que su fundamento no es la confabulación sino la circunstancia de que algunas personas, por la distribución de afectos, no salieron nominados en las primeras semanas del concurso ni se prevé su nominación en las siguientes, estimula en él embarcarse en una pequeña vendeta personal que va comentando con quienes, ahora ya abiertamente, hace grupo, con lo que no solo refuerza el no recalcado argumento del contrario sino que se presta a la malinterpretación por parte de la audiencia que puede leer el paso de (en su caso particular) la nada clara intriga al izado de su auténtica bandera.

Logró zafarse a tiempo del abrazo de Techi y eso es de agradecer por quienes no tenemos especial interés en ver como dos personas se mueven bajo un edredón, se chupetean a micrófono abierto y apelan al amor para rascar puntos de un sector de la audiencia y también para colar al contrincante un mini-pacto con el que refrenar nominaciones de los demás y concentrar las propias haciéndolas más efectivas.

Entiendo perfectamente la distinción que expone entre el que él salvara a Makoke exponiendo a Verdeliss y la salvación de Mónica exponiéndole a él efectuada por Asraf. Aunque él parece querer resaltar una percibida pero interpretable frialdad por parte de Asraf tratándole como si no le hubiera subido a la nominación, para mí, la diferencia puede estar en el tipo de relación establecida entre Tony-Verdeliss y Asraf-Tony.

En favor de Asraf, decir que es cierto que en esa semana se habían distanciado (según él, desde que Darek fue expulsado, que cuadra con mi apreciación) y que le había nominado con dos puntos siguiendo a la máxima penalización dirigida a Makoke. También que en suplencia de aquel vínculo con Tony, había estrechado vínculos con Mónica, que nominar a Aurah habría supuesto echarse a la espalda un escorpión (Suso) y a Miriam, otros dos (la audiencia y posibles puntos de nominación adicionales en las siguientes semanas por parte de quienes tienen otros objetivos más prioritarios y, por  ser menos recurrentes en sus valoraciones, mejor apuesta).

Buen tipo (no es mal tipo), sosegado, trabajador. Me agrada (me agradaba, ahora menos) pero no tengo paciencia para conocerle mejor (y en vista de que según va despertando, menos me va gustando y eso no es apropiado para mí, creo haber acertado no brindándole demasiada más de mi atención). Bajo mi mirada, le falta un algo. Perfectamente prescindible.

Excluido de mi ranking por solo una posición.

Aramís empezó fabulosamente. Espero que le haya ayudado la oportunidad que despreció.

Darek, como concursante, pues no.

… el programa a ratos.

Koala, haciendo honor a su totem, ha mostrado preferencia por lo que a los demás les resulta tóxico.

Yo, tratando de entenderme mejor, acostumbro a no negarme la posible perspectiva del otro, al punto que incluso en esto de la toxicidad, he llegado a plantearme qué considerarán tóxico los virus y bacterias que pueblan el ambiente. Aunque es cómodo y tentador negar el derecho a ser del otro, igual no es lo más integrador. Una de esas cuestiones de calado que hacen que los muelles de mi cabeza salgan disparados cuando, ahora entendiéndome mejor, me doy cuenta de que mi predilección afractalada –lo íntegro e integral como conjunto unitario deseable, la integridad como ideal moral personal y la integración como ética que las enlace– puede suponer o requerir mi desintegración. Y, claro, termino prefiriendo un poco de desintegración sin llevarla a su máxima expresión. Tal vez ese sea el drama de toda individualidad.

Como sea, Koala parece haber detectado desde muy al principio la toxicidad de un ambiente en función de su idiosincrasia y aislado los agentes menos perniciosos para él.

No solo se abstuvo de nominar al entonces aparente eslabón más débil en la primera caza de brujas sino que le endiñó la máxima puntuación a una Mónica que se enojaba mucho, negando haber hecho labor de zapa arqueológica, extra-superficial, entre sus compañeros. Este Koalita sabe más que los ratones coloraos y no sé determinar si intentó dar utilidad a sus nominaciones aprovechando la previsible saña de sus compañeros contra Miriam.

Asumió la primera nominación y escuchó las razones de sus compañeros, aunque luego recordaría la jugada un par de semanas después, cuando Omar salió nominado. Que sin esperárselo con lo que él había currado, que si no hay que darle mayor importancia y que para eso ayuda entretenerse con el trabajo; completando ráfagas de tres, claro.

Tratando de rectificar lo que le habían aducido, trató de darse a conocer más pero sin entregarse a la holgazanería, y así poder integrarse mejor. Supongo que sus compañeros entendieron que la mejor forma de facilitarle las cosas fue robarle la cama y expulsarle de su habitación. No les gustó mucho verle en video entonando la nota discordante con la sinfonía de balidos moniqueros.

Un día vi un video de Koala y Miriam ordeñando una vaca, o tal vez la vaca, no sé. Koala escuchando, aconsejando bien. Proponiendo una vaca de cordura: calma, no entrar al trapo, contención, paciencia a falta de paz. Y se me alegró el día.

Pero, aún resultándome buena gente, “los alemanes, los alemanes…” (cambio de señal); calcetines en las orejas (cambio de señal); ‘que se calle este majadero que interrumpe toda conversación y pierdo el hilo de lo que está diciendo Ángel’. ‘Nada, imposible’ (cambio de señal) ‘no me jodas…’. Y así.

Y llegó la ruleta de la tortura, el potro psicológico que supone enfrentarse a la posibilidad del último viaje a la fuente por estrellamiento. Planteaba él si necesariamente debía ser siempre la sangre de los mismos la idónea para ser esparcida sobre el trono de la misericordia, habiendo tanto cordero considerado más puro.

Pero, ay, ¡blasfemia, herejía! Condenado igualmente al ojo del huracán, ¡la ruleta no se mueve!

Y sin embargo se movió.

Y él también. Empezó a no callar más entre ellos y se terminó la fiesta en paz.

Ya faneándolo incondicionalmente trató de buscar palabras que sirvieran de insultos inteligentes junto con sus dos aliadas. Propuso ‘fractal’ pero confesó que no sabía qué significaba. A continuación propuso ‘abstracto’.

Y poco más puedo decir porque cuando esto salga, hará ya unas semanas que opté por desconectar del concurso. Si escribo esto es por terminar lo que había empezado. Por terminar lo empezado, podría también haber terminado de ver el concurso, pero considero más importante el bienestar de mi mente que complacer la poca curiosidad que me resta por considerar que el pescado está vendido. Ellos han tenido tiempo de mostrarse y al orden de mis pensamientos contribuyen el escribir y el ayuno de despropósitos.

Edición: Le molestó especialmente que en una conexión en directo, Makoke le dijera al presentador que Koala había dicho que ellos nunca serían amigos porque eran «la gente de la tele», llamándola «chivata» cuando ya estaban cerrando la conexión. Aunque no lo vi, algo así debió ocurrir la noche en que quedaron nominados Verdeliss, Miriam y él y no contaban con que Tony hubiera sacado a alguno de la lista (aunque las cosas sucedieron de forma un poco diferente a cómo ellos pensaban). Lo que sí vi fue al Koala disculpándose con sus compañeros y una vez aceptadas las disculpas y ya solo él, comentar algo así como (parafraseo) «ahora puedo salir el jueves que viene y no estoy a mal con nadie». De ahí, el enfado de Koala. De todas formas, tengo curiosidad en qué contexto y sentido dijo eso de «la gente de la tele». Sospecho que no con el que Makoke dio a entender si tenemos en cuenta que Miriam no escaparía a la clasificación y Verdeliss es persona de la ‘otra tele’.

Genial la transición que hace describiendo a una Makoke parabólica del visillo, apostada tras las puertas y paredes para escuchar lo que Miriam (Verdeliss) y él hablan, para convertirla en cámara Makon. Graciosísimo. En mis circuitos neuronales detecto una posible relación con lo anterior: del sigilo y el cotilleo como lo más destacable al espionaje abierto y la retransmisión y la chupadera de cámara en prime time.

Este Koala guasón con un humor más común me había pasado por alto. Creo que, como Ángel, también ha estado reprimiéndose medio concurso. Empiezo a dudar si no lo querré a él de ganador.

En la arena Manuel Jesús Rodríguez alias El Koala, Koala o Koalita y Miriam Saavedra.

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Koala, hombre simple, rural, salubre, poco doblado si no es para trabajar.

Apostado en la corteza tiene miga de hombre sabio. O me tiene engañado o se hace el tonto y no lo es.

Como hombre de campo curtido en el solajero, del viento, lo suave y lo fresco mas huyendo de su veleidad. Denunciante de lobos de hábito vellocino y hostigador de ellos con palabra suficiente para buen entendedor. Amigo de llama cabra y, si acaso, de vaca profana pero mucho más sagrada.

Aquí su mayor hazaña compartida con sus dos damas. En un ring muy tentador, en un rincón la amistad, en el centro un maletín. Una pelea de tres. Sin dudarlo se dirige hacia su tierra natal, el rincón de la victoria, fundiéndose en un abrazo con Miriam y Verdeliss. Ejemplar punto focal en la historia del concurso.

Quijo de la estrella inca. Sus manos de guitarrista acarician el laurel con mimo de vinatero que acariciara sarmiento.

Si es la antítesis de Judas; si fractalmente querible a pesar de lo pesado y con lo abstracto de su humor; si ahora cambio para verlo porque ante mi lo tengo, ¿cómo negarle la PLATA y a la plata un buen vocero?

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Miriam es una mujer luchadora, con buen fondo, de espectro paradójico, a veces incontinente.

Cuando se pone sensata es de una madurez que al menos yo no tenía con su edad. Tan serena, razonable, analítica, certera en sus observaciones, concisa a contrarreloj, coherente, inclinada a la reconciliación, a pasar página intentando incluso sobrepasar el trato cordial.

Y luego la niña alocada, espontánea, fresca, graciosa, divertida.

Esos registros me encantan. No la otra, la chinchosa, la impertinente.

Que yo lo diga, pero… canta como el culo, sobre todo si improvisa. Pase cuando no es para joder la paciencia al prójimo, aunque siga resultando cansina. Cantar es alegría, es solo que no es lo de ella y no es por tiempo de ensayo, es que no debe escucharse o  que será torpe para la música.

También se le cae la gracia cuando quiere estirar lo de resultar graciosa. Sobreactúa y pierde ingenio. Con lo salada que es cuando no pretende serlo.

En fin, que algunas cosas podría reconducir. Pero para lo recibido de los demás, sus respuestas de walt disney y su zumbido de mosca cojonera son pecata minuta, la verdad. Al menos así me lo ha parecido a mí.

Bonita por fuera y por dentro, guerrera, inteligente, fiestera, cariñosa, agradecida, leal. A mí me ha conquistado.

Su peso en ORO. Mi ganadora.

Recuérdese que solo veo el concurso a ratos. Sigo con mi ranking imaginario, con solo seis puestos.

En la arena, Asraf Beno y Ángel Garó.

Asraf es el concursante que más enigmático me resulta de todos los convocados al GHVIP6.

Por comentarios aquí y allá, tengo la sensación de que no gusta demasiado. También que para algunos ha ganado algo de interés en su papel de provocador de Ángel.

A mí siempre me agradó. No demasiado ni todo el tiempo, pero no logro desdeñarlo como a un ‘sextetante’ más; además que no lo es porque él si que había estado nominado cuando Koala acuñó el término. Me intriga.

Soy muy cerrado de mente en lo que se refiere a las relaciones de pareja. La de los demás, la considero sagrada. Me pareció sucio su acercamiento a Isa hasta colarse bajo su edredón. En cuanto a ella, allá se las tenga consigo misma y lo que le permita y devuelva la vida. Como ese asunto y todo lo relacionado con él me parece tan fuera de mi entendimiento, quiero creer por el bienestar de todos los involucrados que todo es un acuerdo de esos que llaman montajes.

Se le ha tildado de falso, veleta y metemierda. Yo no lo miro así. Veo a un chico joven que trata de adaptarse a un grupo de personas que en su mayoría tienen bastantes tablas, si no muchas, en el mundo del entretenimiento y el espectáculo. Un alma no demasiado oscura atrapado en los vericuetos de un laberinto de relaciones de poder  que, llegada la necesidad, ha plantado cara a dos titanes como son Mónica y Ángel.

Con Mónica, vendido por Techi, cuando esta preguntó a aquella que qué era era aquello que, según Asraf, iba hablando de ella.

Con Ángel por las constantes banderillas que este le iba clavando, cómo no, por cuánto comía. Y bueno, lo demás es lodo de aquella llovizna que Ángel, como un meteorólogo amarillista, transformó en tormenta que arreció hasta diluvio.

No sé si considerar fallo o táctica el zamparse una hamburguesa cuando había aducido que era intolerante a la carne. Quiero decir, una trifulca una trifulca y un juego es un juego. Argumentos para desacreditar a tu contrincante, los que hagan falta. Y riesgos asumidos para intentar destacar en una competición, lo mismo.

Lo mismo aplica al desdén e insolencia mostrado en la bronca en dos partes con un Ángel desatado. Esas provocaciones de las que se habla.

Lo que sí veo un error imperdonable es romper el retrato que le había dibujado Ángel. Tan ‘navajeramente’ había afrontado la carga del dibujante de escenas y pierde la sangre fría con esa tontería. Además de lo sentimental, ese trocito de arte tenía valor económico. Necio.

En ambos casos iniciales (Mónica y Ángel por la comida), le he visto intentar quitar hierro al asunto sobre la marcha. Tiene un punto conciliador con sus propios enemigos en el momento subsiguiente a los desencuentros que me cautiva. Destaco que en la terrible bronca con Ángel, si bien tardó dos días, cuando el presentador le dio voz para explicarse, en lugar de justificarse, empleó el turno para pedir disculpas. Elegante.

Entre lo que hay, no me desagrada este chico y aunque jamás podrá ser, le quisiera en el puesto del bronce.

Ángel es el concursante que más me ha decepcionado de los convocados al GHVIP6. Haré trampas, refiriéndome a su persona fuera de la casa.

Siempre he considerado que el humor y la inteligencia son hermanos gemelos. Ángel ha sido un grande del humor para mí pero no puedo hermanar mala baba y mezquindad con inteligencia. Ahí mi problema con Ángel.

Repitiéndome en lo dicho en el chat de esta casa, mi teoría es que el aprieto que intuyo en Ángel es que está fastidiado porque será inevitable recordarle por la escena del balcón sixtino cuando él alcanzó el éxito y el reconocimiento profesional. No se da cuenta de que a los genios les permitimos la excentricidad como contraprestación por su capacidad de elevarnos al cielo. Que una cosa no excluye la otra. Que a quién habría de importarle el reconocimiento cuando se es superior.

El hombre de personajes mil, ha mostrado al peor. Esta vez preferí menos menos desnudez.

Cultivado, polifacético, soberbio en ambos sentidos. Perfeccionista, quizás de ahí la ira que le hunde en el mundo de los mortales. ¿Atormentado?

Quisiera que alcanzara el cuarto puesto.

Antes siquiera de habérseles concebido, le tocó en suerte organizar la especie de ‘baby shower’ por la próxima llegada de los futuros grandes hermanos que llaman anónimos aunque tengan nombre y apellidos. ¡A él, que era un rebelde! Pero, como dice Silvio Rodríguez, la noche es traviesa cuando se teje el azar.

Él también era de la casa y por supuesto que entendía la política de la empresa por más que fuera crítico con dos matices. Uno, la prelación del beneficio económico antes que la dignidad de las personas involucradas en el producto que emiten. Otro, esa otra circunstancia que no sabía bien si definirla como conformismo o como carencia, pero que calaba en el tratamiento de la emotividad de ese producto ofertado, supuestamente espejo de la que demanda digerir la propia audiencia.

Lógicamente le habían llegado ecos del clamor de un sector indignado que si lo estaban, era por diversos motivos pero que podían catalogarse bajo los epígrafes de la ostentación del mal gusto y lo intolerable, y del mercantilismo. También le llegaron ecos de otro sector que, indignados o no, estaban resignados, asumiendo a regañadientes el derrotero que había tomado el concurso.

También decían sentirse convidados de piedra de los anteriores ‘baby showers’ donde, a modo de regalos a la prolífica mamá, se solían proponer las directrices que se seguirían en el programa en ciernes para tratar a las nuevas estrellitas como cualquier lumbrera trataría a sus propios vástagos; es decir, como merecen.

No llegamos a conocernos y lamenté no poderle exponer unos pocos criterios que yo contemplaría de ser él.

Le habría dicho que no conozco un juego donde sus reglas no estén claramente establecidas antes de embarcar al jugador en la aceptación del desafío de ganarlo. Que las normas deberían prever mecanismos para penalizar o purgar, según la gravedad de la infracción cometida, a quien tratara de sacar ventaja incumpliendo las reglas aceptadas; recogiendo también esas reglas qué se considera leve y qué, grave. Y en cuanto a las reglas de las pruebas, pues la misma transparencia y previsión, a su debido tiempo.

Le explicaría que para evitar suspicacias, la dirección del concurso debería ser la primera interesada en proyectar una imagen de confiabilidad.

Ayudaría, por ejemplo, que las reglas prefijaran un tiempo concreto en el que se cerraran los teléfonos de las votaciones a partir del primer instante de emisión del programa, con independencia de la posibilidad de producirse ‘sorpasso’ o de que por el concurso realizado del posible expulsado, su entrevista pudiera ser más o menos larga.

Ayudaría que aquellas reglas a priori establecieran el porcentaje tope que permitiera salvarse al menos votado a mitad de la semana. Y también, aclarar si esa salvación debería ocurrir necesariamente o si, por el contrario, se requeriría cierta cuota (proporción) de diferencia entre los dos menos votados en el caso en que solo haya tres nominados.

Para esta imagen que no suscitara recelos, contribuiría también que al seguidor del 24 horas no le rechinara la narrativa presentada en las galas (genérico).

También la reserva del tiempo establecido antes del cierre de teléfonos de votos para la emisión de videos enfocados a mostrar la semana de los concursantes, reflejando fielmente su actuación. Ello sin reservarse contenido, sin perjuicio de que  más tarde pudiera retomarse con más amplitud algún aspecto.

Igualmente, blindar al máximo el aislamiento de los concursantes, comprometiendo a familiares y a amigos que les visiten con algún tipo de sanción para sus defendidos en caso de proporcionar información externa (por ejemplo, exponiendo al concursante en una votación paralela e independiente a la regular del programa).

También le habría dicho, si me permitiera la impertinencia, que en mi opinión los protagonistas de Gran Hermano deberían ser los concursantes; sobra decir que por el desarrollo de su concurso. Es decir, que se debería tratar de evitar lo superfluo tales como las gracietas de colaboradores y presentadores, e incluso evitar incidir demasiado en los avatares del retorno a la cotidianidad de los concursantes tras su expulsión. De ese modo, resultaría menos probable que se agotara el tiempo de emisión y, con las prisas, surgieran situaciones interpretables para una audiencia ya de por sí suspicaz. Que si bien amplia es Telecinco, estrecha se ha vuelto esta maltrecha audiencia gran-hermanada.

Y por último, le diría que tampoco se hiciera demasiadas ilusiones con prosperar en la profesión por haber encontrado la fórmula para congraciar a la cadena con el público de este concurso. Pues he visto con estupor la irracionalidad que nos embarga en el fragor del juego. Por un lado, pedimos a los concursantes lo que no nos concedemos entre nosotros mismos. Por otro, más grave, que parece primar el querer beneficiar a quien nos agrada y el ver reventar al que nos disgusta o desagrada por encima de la ecuanimidad requerida en todo juego limpio.

Así es como le habría invitado a que hiciera un gesto de buena voluntad –aceptando entregar mi ofrenda a los futuros grandes hermanos en el ‘baby shower’– para que yo estuviera inclinado a dejarme seducir por la dirección del programa una última vez.

¿Y tú, qué requisitos crees que deberían cumplirse para que todos, audiencia, Gran Hermano y Telecinco, pudiéramos enderezar la cerviz y disponer de buenas razones para ir con la cabeza bien alta?

Temí que en la máquina tragaperras se formara el maligno número: que el sexto expulsado de esta sexta edición de GHVIP fuera el acariciador de las seis cuerdas.

Había escrito cómo me hubiera gustado que resultara el concurso. Se me han chafado mis cábalas, y aunque está por determinar si habrá repesca (ver nota al pie), aquí la primera entrega de mi ranking personal, uno de solo seis puestos.

Confieso que solo veo el concurso a ratos. Con esa limitación añadida a mi subjetividad, mis impresiones.

En la arena Estefanía Unzu alias Verdeliss y Mónica Hoyos.

Verdeliss, rival fuerte, más por llegar al concurso con un considerable número de suscriptores de su canal de YouTube que por su brillo como concursante. Buena persona, eso sí.

Mujer serena, cauta, educada. Al parecer emprendedora y luchadora. Exhibicionista de la mediocridad, lo que junto con el tedio que me produce, cosas que tolero de buen grado fuera de la programación televisiva, me genera cierto rechazo.

Me he preguntado hasta hoy qué hacía en mi televisor. No he podido evitar compararla con Barby Cacu (GH17): la cara y la cruz.

Como consuelo sobrevenido, el apoyo brindado a Miriam, gran contrapunto emocional que ha beneficiado a ambas. Ahora tendrá Miriam que guardar su memoria.

Aunque ha sido expulsada, me habría gustado que ocupara el quinto puesto.

Mónica se llevará el premio gordo de esta edición si es que es capaz de descifrar lo que los dioses le gritan desde su imperturbable morada, hasta ahora amortiguado por su cháchara obsesiva. Se llevará el álbum de momentos memorables de su némesis mostrando las claves que auguran el éxito en el tortuoso camino de la vida.

Ojalá que se abstenga de destilar el veneno en el que gusta recrearse y, sobria, encuentre otra combinación emotiva que logre neutralizar la sublevación de diablos en su fuero interno.

Para ella, quiero el sexto puesto. Sexto –como el arcano Los Enamorados del Tarot– familia de sexteto – como el Zeir Anpin de la Cábala.

Nota.-

No soy partidario de repescas.

Solo las vería con buenos ojos para los casos de un concursante que fuera expulsado durante la primera semana, nominado y desechado sin apenas tiempo a conocerlo, o para el de un concursante que se quedara a las puertas de entrar. En estos casos, repesca directa si hubiera que tirar de ella.

En todo otro caso, me parece rapiña de los recursos de la audiencia votante.

Lo mismo habría dicho con todo el dolor de mi corazón en caso de que hoy el expulsado hubiera sido Koala. Juego ordenado (normas) para hacerlo justo, y limpio. Y buen perder. Eso es lo único que pido.

Hola, amante de Gran Hermano.

No disponiendo de redes sociales, recurro a Maroto para que me permita compartir unas reflexiones sobre Gran Hermano (GH), también el VIP, a modo de altavoz. Mis opiniones, no necesariamente coincidentes ni respaldadas con las del dueño de este sitio.

Quisiera que me leyeras con predisposición a entenderme. No por mí sino por respeto a ti mismo ya que vas a dedicar unos minutos de tu tiempo que, de seguro, es valioso. Y luego ya, haz como te parezca: acuerda conmigo, contéstame si quieres o, incluso, si ves motivos para ello, despréciame o búrlate de mi. Eso, como dice el Koala, será ya el contenido de tu mente y estará bien manifestarlo si aceptas, en contrapartida, que otros también expresarán el suyo, no necesariamente yo, y puedes sentirte no comprendido o rechazado. Por mí está más que bien y te invito a que te expreses; creo que este es el talante generalizado de estos tiempos: debatir y tratar de avanzar.

Esto del GH ha llegado a un punto grotesco y todos somos responsables de ello. Diría que culpables.

Al primero que señalo es a ti. Sí, a ti que lo que te juegas en esto es más o menos entretenimiento habiendo varias cadenas gratuitas, además de otras formas de entretenerse: literatura, teatro y otros espectáculos, exposiciones, deportes, etc. La vela de ellos, quienes tengan interés económico en esto, que ellos la aguanten.

A lo mejor piensas que una parte minoritaria de una sustanciosa audiencia va a acorralar a un medio de comunicación. Yo pienso que es al contrario, que cuanto más patalees, más estás contribuyendo al beneficio industrial de esa cadena de televisión. Cuando más revuelto emocionalmente te sientas, idem.

¿No ves que viven de tu miseria?

Fíjate en el rechazo que suscita el perfil tipo de colaboradores que abunda en esa cadena. ¿Crees que es casual? Y, al margen del carisma que puedan tener o dejar de tener, ¿te has preguntado alguna vez por qué las flagrantes omisiones, mentiras y narrativas distorsionadas si no inventadas sobre el concurso que aportan la mayoría de colaboradores en galas, debates, límites y otros programas?

Así son las cosas, ellos hurgan en tus entrañas y tú te sientes vivo, así que tarde o temprano, te guste o disguste tu sentir, vuelves a por más. Porque, una cosa es vivir, y otra sentirse vivo que es lo que engancha. Por eso digo que viven de tu miseria (ver RAE).

Tú hablarás con tus conocidos y amigos y todos estaréis bastante cercanos en opiniones sobre cómo deberían ser las galas o el concurso en la casa. Y eso es lícito. Y quejarse por hablar de algo, claro. Pero si piensas que Tele 5 o GH van a amedrentarse porque Twitter arda o que se van a adaptar a tu parecer o al de una masa de personas retroalimentadas entre sí, te equivocas de medio a medio. Ellos saben mejor que tú cómo les conviene dirigir el negocio. Porque se trata de eso, ¿sabes? No es que ellos miren por lo que a ti te pueda gustar y quieran complacerte, o por tu elevación moral y anímica y busquen contribuir a ellas.

Antes bien fomentarán ese malestar, que ya dispondrán la escaleta del programa de turno de tal manera que al día siguiente tu revuelto interior e indignación habrán crecido paralelamente a su Share. Son negocios, nada personal.

Como otros medios de comunicación se hacen eco de nuestras pataletas pueriles así como de alguna denuncia más legítima, podemos sentir cierto respaldo. Yo no estaría tan seguro y tengo la impresión por un comentario que leí a El Gato Encerrado que esos otros medios de comunicación podrían estar aprovechando la coyuntura como táctica en una guerra de grupos de comunicación. Además del “by-pass” que imagino que hará buena parte sus lectores, y de la sociedad española en general, en todo lo referente a GH y sus espectadores.

Pero llegado el caso, si se ven socialmente forzados a sacrificar a uno de sus activos (concursantes), también sacarán rédito. Pondrán un telefonito de cobro y pedirán tu opinión, como si no hubieran escuchado el clamor. Hay que asegurarse, no sea que se cometa una injusticia.

Sobre el linchamiento twittero. Si pudiéramos calmarnos un poco recordando que esto es solo un concurso…

Yo pienso que nadie tiene la culpa de ser un capullo, ni de creer que no lo es o incluso de creerse un crack, él el primero. Yo abogo por su no culpabilidad en ambos cargos. Son solo el producto de la interacción entre una genética, experiencias vividas y un entorno socio-cultural, todos circunstanciales, no elegidos por él. En el caso de la posibilidad de darse cuenta de la infundada autoestima con la que se auto inviste (que para un observador neutral es más un mantra, una coraza), resalto el hecho de que Suso tiene un gran apoyo: solo en su Twitter tiene la friolera de 76.500 seguidores. Por referenciarlo, Frigentti, como de otra especie y que tiene encima mucho más años de tele, celebró recientemente los 84.000. Curioso, ¿no? Entonces, cómo va a pasársele por la cabeza que hay algún motivo para recapacitar.

Sobre el supuesto acoso, bullying, mobbing o como quieras llamarlo. Algunos episodios, a mí así me lo parecen. Algunos. Y sin justificarlo, también digo que Miriam, quien me encanta, tiene retranca. Confórmate con no subirte a ningún tren-rebaño y respeta a los miembros de las hinchadas contrincantes.

Estaría también bien aprender a no confundir a espectadores que defienden a un concursante con el concursante. A sopesar la posibilidad de que tal vez no es que nos guste mucho un concursante sino que más bien es que solo nos gusta más que los demás. Plantearse si es posible apoyar a un concursante y no aplaudirle sus excesos, reconocerle sus aciertos a sus contrincantes o, al menos, no inventarle errores.

Y bueno, ya en clave de humor, respeta al reino vegetal con su limitación, que es la base de la vida. Considera que el mobiliario puede estarle resultando útil a tu favorito. En todo caso, el atrezzo nunca opaca a la estrella.

Respira, todo es como puede ser en este instante. Acuérdate que tu única responsabilidad es conducirte a ti mismo. Cuando tú estás bien, el mundo está bien, ¿o no te acuerdas de todas las veces que eso ha ocurrido?

En definitiva, demostremos que se puede hacer mejor de como lo hacen los concursantes, los demás fans, GH y la cadena de televisión. Y luego ya si eso…

Te deseo que, con independencia del resultado del concurso, ganes tú.

Gracias por leerme,

Truñi

Post Data.

A la organización de GH, la de los anónimos del futuro, solo le pediría tres cosas, que en realidad son solo una. Normas claras tanto del concurso como de cada prueba, obligando a los concursantes a leérselas. Sanciones para toda infracción de las normas establecidas. Y ecuanimidad: para con los concursantes.

Saludos calcetineros. Se me ha ocurrido escribir un sainete para compensaros por haber saturado la entrada de carácter humorístico de Lau con mis reflexiones.

Avisaros de que yo no haré de anfitrión como veo que se acostumbra por estos lares. Tanto si respondéis como si no, agradeceros la lectura. Solo eso.

Hay unas breves notas al final de todo que quizás cumplan su intención aclaratoria.

Espero que disfrutéis.

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EL RISCKSHOW

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DEDICATORIA

a Niedziela Raluy

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al espíritu de Gran Hermano

a Álvaro GH17

a Maite Galdeano

a Payasín

y a Mercedes Milá

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AGRADECIMIENTOS

a Maroto y los Calcetines

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a Balzac

a Tomás Blanco

y demás Minutantes

a El Gato Encerrado

a los seguidores de GH por Internet

a los grabadores  y a Pepe GH7

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ACTO PRIMERO

Se enciende la máquina de realidad virtual del comienzo de la edición, finalmente reparada por el servicio técnico de TVE.

En un plató completamente negro, sin gradas, aparece Mercedes Milá vestida con levita negra. Seria.

– Buenas noches, querida audiencia. Gran Hermano ha muerto, viva Gran Hermano.

La cámara aérea enfoca la mesa de pata alta que Mercedes Milá acostumbra a reservar para las entrevistas. Sobre ella, un sombrero de copa de piel de gato enterrado.

– Gran Hermano recibe a Álvaro.

En un riskshow tirado por dos hembrillas de galgo, blanca y negra, entra con su sombrero de tahúr. Bienvenida y saludos.

– Álvaro, ¿vienes de un descampado?

– ¡No fastidies que había cobertura!

– No escurras el bulto, majete, te has cubierto.

– Tarda. Ya me la sacudí y por supuesto que me cubrí, que esto es la tele, Mercedes.

– Álvaro, cuesta mucho dinero un minuto de televisión para invertirlo en estas tomaduras de pelo.

Álvaro se quita el sombrero.

– Tienes razón, Mercedes. Lo siento. Pido disculpas también a quien haya podido ofender con mis burradas, no era mi intención. Debí cuidar lo que decía y cómo lo decía.

– Yo también lo siento, Álvaro, pero el sombrero de enterrador no será para ti.

Una silla brota de la nada, junto a la que ocupan Cris y Laura, y Mercedes Milá invita a Álvaro a sentarse en ella.

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ACTO SEGUNDO

Se enciende la máquina de realidad virtual.

En el plató negro sin gradas, espera solo Álvaro. Las sillas a su lado están vacías porque ha habido una repesca y han vuelto a entrar todos los demás, además de tres reservas.

Entra Mercedes Milá vestida con levita negra. Seria.

– Buenas noches mis queridos espectadores. Se me ha pasado el tiempo esta semana y a los chicos parece que también. Conectamos con la casa.

Las variaciones Goldberg suenan a bajo volumen.

Adara orquesta una rocambolesca escena, subiendo y bajando los brazos. Los concursantes distribuidos en dos hileras.

En la primera fila, ante Pol cae una soga que asemeja el cinturón de Miguel y paciente teje un nudo de horca, desoyendo las indicaciones de la azafata.

Detrás de Miguel que está hinchando un chaleco salvavidas en el que reza sexografiado “genéticamente perfecto”, Pablo, bajo unos calcetines anudados, logra zafar un brazo de una camisa de fuerza cuyo estampado en la pechera es una imagen tomada desde atrás de una Maite Galdeano que lo abraza. Con ese brazo logra enganchar al peluquín el anzuelo de la tanza que pende sobre Miguel.

A su lado, Barbi sugiere las cosas que dejaría que Alain le hiciera con el látigo que le ha tocado pero él lo mira como una cadena Esto ha accionado la cuerda de Meritxell que advierte a Alain que Barbi le llamó mueble, cosa que a él le molesta bastante, aunque lo expresa con un susurro y sigue dando buena cuenta de su ristra de embutidos caidos del cielo.

Candelas, por su parte, le tranquiliza mientras trata de evitar que el micrófono que cuelga del techo se cuele por el canalillo. Le dice que no haga caso, que no es un mueble, que es una hamaca de red que invita a tumbarse sobre él y mira el chopped con desconsuelo. Mery se muerde los labios con lo que el pintalabios morado o tal vez el olor a quesos franceses que le ha tocado por máscara de oxígeno, le hace caer en un ensueño de tres noches de canas hipertrofiadas esparcidas a los cuatro vientos.

Montse, entregada al vicio detrás su barra de striptease, que a ella no le tocó la columna, farfulla algo que debe ser muy lascivo y libidinoso porque hace que a Fernando se le salten los ojos y, pasando entre los dedos las bolitas de pimienta del rosario que oscila ante él, comenta por el bien común que el diablo, que se viste de Prada, es el único que se atreve a decirle a Dios que su traje nuevo de emperador es desnudo; y también que la respuesta siempre es la misma, que el suyo descarnado. Por ello, Clara, con la ayuda de una insinuación de Rebeca, confirma su intuición de que está loquito por ella, aunque por si acaso, duda de qué tirar en caso de fiasco, si las latas de atún o los puños americanos de la cola de coche nupcial de mal agüero que le ha tocado por kit de emergencia. Por algún motivo a Rebeca no se le ha abierto la trampilla.

Simona que se ha cansado de hacer burla imitando a Adara en medio del pasillo, se sienta y juguetea distraída con las bolas chinas de su cordón umbilical a la nave mientras canta una linda canción de sus apetencias de buena mañana.

Detrás, Michelle arrodillada mientras friega a la antigua usanza le pregunta enojada a Cris si no puede esperar a que se seque el suelo para ir de uno a otro a entablar pequeñas conversaciones, así que este se sienta junto a Laura que no dice nada, solo mira. A ellos tampoco les ha abierto la trampilla.

Rebeca empatiza con Cris y le pregunta si quiere que sean amigos. Mery que despierta súbitamente, se pone a despotricar, recomendando a Cris que no se fíe ni de su amigo Fer, y le cuenta que una vez le dio un punto faltando a su juramento de amistad eterna. Laura y Cris asienten, pero guardan silencio.

Y más al fondo, al fondo del todo, se ve un sofá de dos plazas. Vencida su primera inclinación de olerlas, Rodri se calza las bragas del extremo de una línea de sujetadores y es elevado al cielo donde toma una cruceta de la que parten los hilos que sujetan las extremidades de Bea, moviéndola a repetir el striptease que tan buen resultado le dio con Miguel, sólo para sus ojitos. Bueno, y para Adara y para la audiencia.

Pablo logra librar su otro brazo que sale disparado descontroladamente, rebota contra el respaldo del asiento de un Miguel que echaba una cabezadita bajo una pendulante araña peluda, despertándolo. En el retroceso del brazo, al chocar contra su propio pecho, da la impresión de que ha pulsado un botón en la espalda de Maite Galdeano que alguien ha grabado sobre la cinta de Bach y suena “chúpame la minga dominga…”

Miguel, siempre atento con sus compañeros pregunta: “¿Necesitáis ayuda, chicos?”. Noelia, a quien le ha tocado una mascarilla orgasmico cerebral de la que inhala frenética dice con voz de helio que no se preocupe, que ya si eso, ella que es muy abnegada, puede echar una mano. Y Rodri, desde la parte trasera quiere responder cortante que no tiene ninguna prisa, pero Adara, a quien parece que le ha dado un apretón, no le deja ni empezar, pues grita

– Que me cago.

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ACTO TERCERO

Se enciende la máquina de realidad virtual.

El plató negro y sin gradas se ha ido llenando de concursantes expulsados. En la casa sólo quedan Adara, Alain, Bea, Meritxell, Miguel y Rodrigo.

Mercedes Milá, vestida con levita negra. Seria.

– Buenas noches mis fieles amigos. Vamos quedando menos pero somos los irreductibles, el alma de GH. Gracias por aguantar la vela que nos alumbró, nos alumbra y confío que siga alumbrando.

Explica que la organización ha creído conveniente retirar el sombrero de enterrador solo por hoy porque vendrá Bárbara que tuvo que abandonar el concurso por motivos personales.

– También tendremos la última expulsión en negativo y ya se han cerrado los teléfonos. Se están apañando…

Entorna los ojos.

– ¿Quieres pasar más lento ese cue, Alvarito?. Dale pa’tras, dale pa’tras, hombre yaaa…

– Decía que ya estan acompañando al notario que hoy me entregará personalmente el sobre con el expulsado o expulsada. Entre tanto, vamos a ver cómo les fue en la prueba de esta semana. Dentro video.

Suena algún nocturno de Chopin a volumen bajito.

Los chicos están reunidos en torno al riskshow que han llevado a la sala de pruebas. Las galgas debajo en esta ocasión, pero no se ven.

Adara lee la prueba que se titula “Pesados”.

Se interrumpe en la palabra ‘extensiométricas’ que viene detrás de ‘galgas’ porque no la entiende. Mery les explica que viene de las extensiones capilares extra largas. Miguel comenta que algo ha escuchado de una moda reciente de ponerle extensiones a los perros. Adara, que ha viajado por esos mundos de dios, lo confirma y asegura que en Canarias se llevaba el verde cuando estuvo. Bea lamenta haber hecho trizas las suyas y Rodri la mira de reojo. Alain parece nostálgico.

Terminan de leer la prueba.

Adara, la última en llegar al Club se encargará del pesaje. Primero tiene que pesar el conjunto del riskshow con todos sus compañeros dentro, y a continuación pesarles a cada uno de ellos por separado, también montados en el riskshow. La prueba la superarán si consiguen determinar el peso del riskshow con un margen de error de 300 kilos por exceso o por defecto.

Suben todos y Adara toma nota de la medida en el monitor de lectura de la báscula.

– Pesados.

Miguel, respira hondo y dice con suavidad que ya queda poco y que todos tienen que hacer el esfuerzo por llevarse bien. Y para argumentarlo se enreda en una letanía de tópicos y frases hechas que parece querer explicar algo sobre la susceptibilidad, la intencionalidad, el prejuicio y el perjuicio según alguna escuela cínica, leído a ratos… perdidos.

– Sinvergüenza, mala persona, falso, pesado, que eres muy pesado.

Se monta un guirigay y todos se bajan menos Rodri y Alain que no han logrado adaptarse al espíritu de esta edición y están petrificados. Miguel se quita de en medio y para que no les penalicen se va al baño.

Adara no se da cuenta de que tiene que pesarlos de uno en uno y toma nota del peso que aparece en la pantalla.

– Pesados.

Al no haberse pesado demasiado apasionadamente, se bajan esperanzados aunque una sombra de duda asoma en sus rostros, pues intuyen que no las tienen todas consigo. Alain en una nube que saluda al Sol sin eclipsarlo del todo. Rodri como si proyectara en esa nube lo que cree esperarle más allá del horizonte.

Sube Mery que se sienta en el asiento que acaba de dejar libre Alain y se enzarza en un soliloquio implacable sobre sus puntos, sus cruces y las rayas que no va a consentir que se rebasen.

Adara mira el terminal y duda si mencionar el peso. Anota.

– Pe… Pe…

Se queda “mannequinezada” y de repente aparece en pantalla el plató.

Al fondo, payasín con unas piernas ridículamente largas que no paran de taconear (toc, toc, toc, toc…). Va vestido de traje y corbata, y tocado con un peluquín con unas pocas mechas chamuscadas, engominadísimo. Constantemente se tiene que apoyar en la máquina de realidad virtual para no perder el equilibrio.

Mercedes Milá se acerca.

– ¿Qué broma es esta de 71 decimales?

(Toc, toc, toc, toc…)

– Me han dicho que no han podido redondearlo más, que era la única forma de que salieran números enteros de votos integramente.

– ¿Salir? ¿Pero no los han contado?

(Toc, toc, toc, toc…)

– Errr… Sí, sí, claro, el sistema cuenta… No me preguntes si automáticamente o con conciencia, en conciencia o a conciencia… Tecnicismos. Lo que más tenemos en cuenta  es que en la cuenta cuenta la cuenta. Amamos los números, es lo nuestro. Los ordinarios y los cardenales… y también los primos, con todos contamos. Y además parecen estar en orden, suman 100. Números redondos y cuadrados, como huevos de gallina cambista…

– Pues esto no cabe en pantalla.

– A la velocidad de la luz…

– Raudo a los de realización. Que pongan un faldón durante la publi y que pasen los porcentajes como si fuera un teletipo. Que de tiempo a anotarlos por si alguien que no es del círculo quiere comprobar que cuadran.

Payasín toma impulso tocando un botón de la cámara de realidad virtual y en la pantalla vuelve a aparecer la sala de pruebas, justo cuando Adara recupera el dominio de su memoria.

–Ya está, Mery, puedes bajar a tierra.

Miguel ha vuelto y comenta que por fin se le ha pasado el estreñimiento que llevaba sufriendo desde el mismo comienzo del concurso. Ha tenido que tirar de la cadena diez veces. Bea comenta algo de la petaca de Pol.

– Sinvergüenza, mala persona, falsa, pesada, que eres muy pesada.

– Toco, toooooco, ¿valeeeee? Venga.

Jaleo de mil demonios y Bea se quita de en medio. Se marcha a mirar si las sandías tienen agua sin acordarse de las penalizaciones. Después al baño.

Se sube Miguel. Adara mira el peso.

– Pesado.

Miguel suspira y se baja con cara de resignación. Bea tarda en llegar. Esperan.

Bea regresa. Se monta. Adara anota.

– Pesada

– No le cuentes cuentos a quien sabe de historias, que todavía tengo cagadas para que tengan que tirar hasta la cadena, ¿valeeeee? Venga, toco, toooooco.

Súbitamente, la cinta de los nocturnos de Chopin empieza a reproducir un cover del nuevo hit de Mayte Galdeano: “Che, che, che, la defecación, los errores de previsión…”

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EPÍLOGO

En el Club, Pepe Herrero charla con el Hiper, pero esto no se emitirá en GH sino que se colará por error en los informativos de Be Mad.

– Torpes. Yo sé jugar a esto, cada vez que me meten les clavo un owned.

– Como una maldita perra.

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TELÓN

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ANOTACIONES:

1- Riskshow: deformación de «rickshaw», carrito de dos ruedas, generalmente de tracción humana.

2- Riskshow: fusión de los términos en inglés para los términos “riesgo” y “espectáculo” u “obra”, también “programa de TV” en Estados Unidos.

3- Dos hembras de galgo: (de Wikipedia un poco modificado) Platón ilustra su concepción acerca de la constitución interna del alma humana. Esta alegoría habla de un auriga que conduce un carro tirado por dos caballos alados (aquí representados por las dos galgas):

El conductor del alma humana conduce un par de caballos, uno de los cuales es de casta noble, pero el otro todo lo contrario en raza y carácter. La conducción es difícil y problemática.

El auriga representa el intelecto, la razón, o la parte del alma que debe guiar al alma hacia la verdad. Un caballo representa impulso racional o moral o la parte positiva de la naturaleza pasional (indignación justa, por ejemplo) mientras que el otro representa las pasiones irracionales del alma, apetitos o naturaleza concupiscente. El Auriga dirige el carro/alma, tratando de impedir que los caballos vayan de maneras diferentes y procurando avanzar hacia el mundo supraceleste, mundo de las Ideas donde podrá atisbar la Justicia y el Bien en sí mismos.

4- Levitas: Tribu de Israel consagrada por Dios para el servicio del Tabernáculo.

5- Variaciones Goldberg: composición atribuída a Bach, que gustaba escuchar el sibarita Psiquiatra y homófago Hannibal Lecter.

6- Galga extensiométrica: dispositivo basado en el efecto piezoeléctrico, usado, por ejemplo, para realizar el pesaje de la carga de un trailer.

7- Mannequinizada: Paralizada. Viene del mannequin challenge.

8- El Hiper: Hiperion (usuario de este blog) con voz de ‘Bárbara con voz de Súper’.

9- Hiperion: (de Wikipedia) etimológicamente, “El que camina en las alturas”, aquí haciendo las funciones de Súper.

10- Owned: (de https://www.significados.com/owned/). Significa «propiedad», y es un término inglés. Owned también tiene otros significados, como hacer a alguien tonto o tonta, engañarle, confundirle, traicionarle, hacer algo vergonzoso o avergonzar a una persona, por tanto, también tiene el significado de fracaso y humillación.

Owned también puede significar tener el dominio total de una persona, de un grupo de personas o de una determinada situación, que esa persona ya pertenece a otro, ha sido completamente ganada.

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SUSURROS

Insinuaciones sobre la Medida, la Entereza, los medios y las medidas:

Temática: La IDENTIDAD y el reflejo. los Gigantes del aire de Miguel de Cervantes Saavedra y el pálpito del Espíritu de William Shakespeare, los mejores amigos del hombre.

Acto I: Unidad y unidad, Individuación y desierto, masturbación y Co-creación, Talla y careta, Modelo y modelo.

Acto II: ‘el Vuelo y su Techo’ y ‘voladura y volada’, Sueño y pesadilla.

Acto III, escenas 2 y 4: Peso y lastre, “Halterofilia” y “harturafobia”, Conciencia y automatismo, Alivio y gravedad.

Acto III, escena 3: bote y Voto, Astro y satélite, Urna y nicho, Elección y azar, Alineamiento y alienación,  Testimonio, Fe, notario, notorio, creencia y credibilidad.

Epílogo: perras y perretas y ‘las Perras y los Perros Verdes’, yo sin Nosotros.