Siempre he luchado contra la nostalgia en este formato, ese ahínco frustrante de muchos seguidores que pretendidamente surcan por la pureza hasta la quimera de encontrar ‘autenticidad’, quizá es por esa frustración que ha habido una bifurcación perversa entre dos polos que se odian entre sí, las llamadas carpeteras y ‘los otros’ (aún sigo sin darles un adjetivo que no suene insultante), por esos otros entiendo el tipo de seguidor que quiere de ganadores a gente como Carlos Lozano, Bárbara, Alejandro Abad o Aída; mientras que las primeras son odiadas por su fanatismo, los otros son el vector kool; las primeras, se supone, dilapidan el programa mientras que los otros aman de verdad el formato. Unas van contra el show, los otros favorecen el show. La parte de ‘reality’ no sabemos bien dónde queda… en el limbo de la justa hipocresía: al final todos son parte de un mismo hooliganismo ciego o, en el mejor de los casos, de su subjetivismo atrofiado por diversos parámetros.
Pero bueno esto era un pseudo-encargo para hablar de Elettra, mi clara favorita, si expuse esa mini-reflexión era para contrastar que la italiana representa una mezcla perfecta de concursante moderna, ha jugado en los dos bandos, el de las carpeteras y el de concursantes-circo, que han sabido dar show, broncas, radicalidad y demás tópicos que suelen resumirse en ‘dar juego’ y te alejan del sambenito de mueble. Pero este zigzag que aparentemente la podría situar como clara favorita es el que la ha hecho caer a última hora de las quinielas. Esto es así por su autenticidad u honestidad, Elettra le ha dado patadas al maletín tanto por el bando de las carpeteras como por el del papel de show-woman que destaca sobre la borregada (por esa congénita tendencia a odiar a los grupos grandes en la casa, me refiero). La autenticidad casi siempre lleva al suicidio, siempre te arrastra a alguna parte fuera de la zona de confort, ella se ha dejado arrastrar por ella misma y de ahí mi debilidad para con ella.
En la recta final del concurso ha pasado del eterno culo en pompas de Daniela, dejando claro, aun conociendo que fuera era comercial su historia proto-lésbica, que no había nada que hacer y era un fake unilateral, en blogs, en confes y en primetime ha defendido que la Blume la usó con fines publicitarios. Los detractores de mi bolognesa suelen argumentar que ella se dejó hacer habiendo reciprocidad, algo de eso habría pero se nos olvida que 1. Blume tiene novio, 2. Blume oculta novio, 3. Blume intercambia o se olvida de novios, 4. Blume siempre dejó claro que sí le gustaba Elettra e hizo confes del tipo ‘no sé qué hacer para que me bese’ y demás catetadas que no se creía ni ella, por el contrario la Miura casi siempre negó la mayor y expresó que sin conquista no habría cama, en suma, una ha sido libre e hizo lo que le dio la gana sin montar un teatro irreal (Elettra) y la otra vio un filón que no supo explotar (Ojos de sapo Blume), filón aderezado de un afán de hacer vídeos así como tirar pienso al espíritu progre que dice poseer y que para mí sólo la sitúa como una suerte de hortera adimensional. Otro punto que considero falaz es eso de que no importa que tenga pareja porque es una neohippy (salida de alguna sala de striptease más que de las antiguas comunas, claro), ella es de amor de barra libre y los puritanos no estamos a su nivel evolutivo para comprenderlo… muy bien, aceptemos que es una fumadora de opio de toda la vida (véase), eso no te da derecho a engañar a los demás, si Elettra es una vulgar monógama no tiene por qué comulgar con la filosofía de la Blume o no conocerla previamente antes de dar el siguiente paso amatorio. Es de cajón.
Tengo verificado que la mayoría de gente que prefiere a Daniela pensaba como yo hasta no hace mucho, pero la historia se repite… el fenómeno de la cola del after siempre reaparece, eso les basta a muchos para ir con ella tras la salida de Aída o Abad. Es así que Elettra dio otra patada a toda esa plebe que sólo sabe posicionarse según lo que considera ir con lo minoritario porque sí, ¿por qué Aída ha tenido respaldo desde algunos sectores si no? Tan simple como que era una oveja negra, como puede serlo, descafeinadamente, ahora su ‘amiga’ Daniela. Miura Lamborguini no ha necesitado ninguna cola de after para que nadie empatice con ella, ni ha tenido que acostarse con nadie, ha hecho lo que su potorro con pedrería le dictó a cada momento: jovial, radical, desbocada, cabezota, caprichosa, políticamente incorrecta cuando le sale de adentro NO conforme a guiones de sainete barato, como esa que se caga y no tira de la cisterna o el eternamente reventado de Abazz. Es así de simple resumir por qué me ha enamorado un poquito por encima de los demás (aunque salvo Daniela me gustan todas las supervivientes finalistas).
Me río de las moralinas que se pueden leer por ahí sobre su maldad, es la misma gente que tiende a poner en altares a Aída o Alejandro, es de suponer que esto va por puro genotipo, ni yo voy a entenderme con quienes apoyan sólo el show y hablan de ‘personajes’ y no de personas ni viceversa. Ante todo no es un asunto moral, si fuese una ursulina este escrito iría sobre Emma o incluso sobre Aly, que pese a sus campañas puntuales buscando su descrédito ha conseguido tener un aura más limpia que el de Elettra, e incluso que las dos señoras. Aceptar los errores que emanan de la naturalidad y la personalidad de alguien que lo da todo de sí sin mirar al acantilado de lo que se pensará fuera no es apoyar el macarrismo, es buscar realismo, cinéma verité, que es lo único con lo que puedo empatizar. Jamás podré simpatizar con gente fría, maquiavélica, llena de oscuros y sobre todo que basa su paso por la casa subiendo por la escaleta que se marcaron desde fuera. Los defectos de Elettra son envidiados por las virtudes de gentuza como Aída, paramentos mal pintados anhelantes de un plano cutre y desfasado, predecibles, desagradables, podridos. Buscar realismo incluye buscar contradicción y contradicción no equivale a falsedad. Elettra es real, Aída y demás antecesores recientes, guion (autónomo o no), si alguien tiene memoria de elefante que recuerde cómo en GH 1 la Milá justificaba que no eran actores ni tenían guion (la prensa lo cuestionaba en un principio). Pues clara el agua sale de la fuente, Gran Hermano no nació con el fin de incentivar papelones como el de la Nízar, es respetable asumir una evolución o buscar ese cambio radical del formato, como es respetable que para mí ya no sería GH. Sin más.
Si se consuma el suicidio, tendremos el panorama de que gane o Daniela o Aly, que han tenido sus dos entradas/alegatos aquí esta semana, espero que sea la segunda la que se lleve el premio en dicho caso, aunque Alyson es también de mi rollo quizá eché en falta que dejase del todo sus complejos, creo que esconde tras esa fachada ruda y un humor discutible una sarta de inseguridades, inseguridad que siempre se destapó en momentos cruciales, reculando, huyendo, criticando… para evitar por ejemplo afrontar su mala relación con Daniela, llena de podredumbre desde el inicio o su papel en el fuckin’ fake trío, así como estar desubicada en general en muchas partes de su estancia y no posicionarse claramente. Aun así es otra digna ganadora, además es de esas personas cuyos ‘errores’ la embellecen o la humanizan.
No puedo acabar sin rendir mi homenaje a esas que nunca lo tendrán, las otras dos finalistas, esas ‘viejas del visillo’ que todo el mundo quiere ver fuera desde tiempos inmemoriales sólo porque tienen un perfil maduro y poco telegénico, o por asociarlas, a veces de manera bastante machista, a un arquetipo de señoras falsas y que critican todo simplemente porque han tenido un rol más pasivo cara a la galería. Sobre todo me refiero a Irma, la concursante más infravalorada probablemente de este año, pero obviamente los seguidores del tipo 2 (los defensores de Aída etc…) por definición no pueden apreciar nunca el humor absurdo de estas dos divas, su encanto nunca puede traspasar la pantalla por medio del efectismo, el videoclip… es otro rollo… y otra historia que daría más párrafos que no tienen espacio ahora. Porque mire usted ya estoy harto de perfiles folloneros y porque un año nos hayan metido a estas señoras que representan todo lo contrario a lo que el show y sus dogmas quieren imponer, tampoco pasa nada. Vivan las señoras, Irma y Emma Forever.
«Cuando estás en Suecia y ves una y otra y otra persona hasta que finalmente ya ni te giras para mirar porque sabes que la próxima que encuentres será tan hermosa como aquella por la que no te molestaste en girarte para mirar, cuando estás en un lugar así puedes llegar a aburrirte tanto que cuando ves a una persona que no es hermosa, te parece muy hermosa porque rompe con la hermosa monotonía«, Warhol habló. Pues este aforismo resume perfectamente por qué paso de merdellonas como la Nízar y paso de tanto supuesto ‘show’ y gente que ‘da juego’ a base de guiones externos que algunos nos quieren meter por el hocico sí o sí. A más ver, suerte a las finalistas y a los espectadores por aguantar este teatro tanto tiempo. Y un brindis por mis propias contradicciones, y las de todos.