Luis insulta, humilla y denigra a Omar para provocar su expulsión

ladrillo obsy txiki ¡¡Buenos días, buenas tardes o buenos lo que toque, estimados, maravillosos y guapérrimos habitantes de la calcetinería más cool del universo!!

(Inciso: A ver qué me sale que voy sin guión. Fin del inciso)

Empecé a enladrillar allá por GH10. Mis deseos de rebuznar eran directamente proporcionales a las vomitonas literarias del Gatete. Por aquel entonces a él le dio por Iván y yo lo detestaba profundamente porque era maleducado con Mirentxu, sin entrar en otros matices. Me salía la vena lorquiana ya que no soportaba la mala educación de aquel ganador (disfrazado de dandi) de aquella edición, ni la de su chabacana prolongación acondroplásica. Eran zafios y vulgares. Tampoco me gustaba Mirentxu, pero hubo gestos imperdonables a mi juicio. Llegué a azotar a Iván hasta el punto de sugerir que era una especie de maltratador por las continuas faltas de respeto de las que hacía gala.  Además me caía mal. Él y Chiqui. Esto no se elige, ni se razona, ni se impone. Mandan las tripas y además yo no cobro por esta afición. Sólo pierdo sueño, gano arrugas e incluso me genera algunos daños colaterales. Pero me lo paso bomba y me siguen cayendo mal los dos.

Me baneó. O mejor dicho, me banearon los becarios de la web de tele5 porque en la siguiente edición o en la otra o la otra, le pedí auxilio vía email ya que invertía demasiado tiempo en mis ladrillos infumables. He de decir que fue atento y correcto conmigo, pero por encima de todo fue y es mi fuente de inspiración eterna. Jamás hemos coincidido en nuestro favorito y de mi desacuerdo con sus juicios nace el deseo irrefrenable de contrarrestar sus palabras. Ignoro si sus valoraciones responden a algún tipo de interés aunque entiendo que él  ya se mueve en otra escala, por lo tanto sus filias y sus fobias evolucionan de manera natural. Pero siempre he tenido claro que es el abuelo de los enladrilladores de GH, el que más tiempo ha invertido en este despropósito, que para él ya no lo es. Su devoción y su conocimiento del formato son incuestionables. Es de justicia que esté dónde está. Además, su mal genio proverbial lo convierte en un ser adorable. La enladrilladora, que tiene recorrido internetero y fue troll en otra vida, sabe bien lo que dice.

Fin del bloque chuminero y saludos cariñosos a @DVDCano. Ave, Gato, no tengo pensado morirme pero te saludo. Besote y a ver si te prodigas más en carne y hueso y consigues que desbanalicen el Debate (desbanalizar no viene en el diccionario, mierda, pero se entiende) que es una vergüenza que un tío como Jordi se mezcle con esa jauría de hienas hambrientas que berrean incongruencias para mantener sus culos en sus asientos. GH daría para debates mucho más serios y lo sabes.

Esto era la introducción. Se me va a ir de las manos y también lo sabéis.

Miento (de mentar) al Gato porque acabo de leer su entrada de hoy. Va sobre el peleón de Omar y Luis. El título no refleja bien lo que incluye el contenido. Minino astuto, sabe que la mayoría de la peña no habrá pasado de ahí. Como mucho del primer párrafo.

Yo voy a hacer lo mismo con el titular de este rebuzno. Je.

Después razona y reparte estopa entre ambos contrincantes casi por igual, aunque opta por dejar a Paulita para mañana. Va con ella o esta es mi impresión, así que nada de mezclarla con asuntos turbios para que el hipotético y sufrido lector no asocie ideas. No dudo que en las próximas entregas Paula aparezca retratada cual Justine del Marqués Sade: una desgraciada virtuosa cuyo infortunio impide que su alma pura brille en este mundo cruel. Y se me caen las babas al releerme. Nadie hasta ahora la ha descrito mejor. Es decir: es la imagen que trata de proyectar la propia Paula, esa femme fatale reconvertida en damisela en apuros por obra y gracia de los (desinformados e interesados) tertulianos de Tele5. Astuta y ambiciosa, ya ha utilizado a dos compañeros de concurso fríamente. Dos… por el momento, ya que podrían ser más si cayera el jueves el torero de maneras quijotescas, cree él. Lo de las maneras, digo, porque en realidad Luis es la reencarnación de Bernarda Alba. Controlador, castrador y trasnochado, es el torero quien tiene celos de Omar y no sólo por los diez minutos -al parecer- de mamada en la ducha que le proporcionó Paulita, no. La  chulería barriobajera virilidad que destila Omar descoloca a Luis, ya que la suya, a pesar de ser un proyecto de mataor, parece impostada. Y habíamos quedado en que ser torero es incompatible con ser maricón (o parecerlo).  Llegados a este punto y antes de que se me olvide he de señalar que tengo la corazonada de que Fran se buscará otro efebo que apadrinar. Perdón, quería decir otro maletilla que apoderar (pausa, sonrisa maliciosa y tos carrasposa justo aquí).

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Juliette celebrando su éxito en Guadalix

La enladrilladora quiere hacer otra observación: A Paula en realidad habría que compararla con Juliette, hermana de la desgraciada Justine. Sírvase el lector interesado en ampliar información gúguel mediante, que estamos hablando de Gran Hermano y  yo me estoy poniendo pedante.

(Y aquí he hecho una pausa enorme porque no encuentro hotel en un paraíso ignoto para diciembre. Porca miseria)

Decía ya no me acuerdo qué sobre el post del Gato de hoy. Ah, sí, que lo que no detalla el enladrillador de referencia de la parte contratante sobre la discusión es que el intercambio verbal entre la reencarnación de Bernarda Alba y el potro de Carabanchel tuvo una duración aproximada de hora y media. La secuencia de los hechos fue la siguiente y redacto sin tirar de vídeos, es decir, de memoria, ya que me encontraba cocinando una batería de lasañas mientras todo esto acontecía. O sea, oreja puesta al 100%, sobria y entregada al silencio de la noche, sólo roto por Mitele y el chup- chup de la bechamel.

Los previos, importantísimos a mi juicio y apenas citados por los (presuntos) expertos: Luis y Paula beben y se echan flores el uno al otro. Se quieren, lloran juntos, se abrazan y se besan porque son hermanos, pero la hawaiana, aparentemente bebida, entra en brote y de repente cuenta que le da placer robar galletas. Al monaguillo-torero le cambia la cara y el tono de voz. Se transforma. De hermano a padre franquista. Saca la Bernarda Alba que lleva dentro a pasear y la reprende de manera desproporcionada. Que robar galletas le dé placer es pecado mortal. Paulita protesta pero el asunto no llega a más porque se van todos al confesionario.

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Momento «me gusta robar galletas» durante los previos

Primer acto o introducción: Luis tirado en el confesionario pide ayuda de broma (que alguien me levante) Omar hace un comentario innecesario (que te levante Paula que siempre está contigo). El de Carabanchel sale. Queda Paula, que empieza a decir gilipolleces en tono algo agresivo y chabacano, y Luis, que trata de evitar que ella dé rienda suelta a lo que es: una choni enriquecida tras su estancia en Hawai y posterior deportación. Ya habían bebido todos, por cierto.

Segundo acto o nudo: Luis y Paulita se enfrascan en una discusión. Recordemos que andaban calentitos. Al enfado de Luis porque su hermana del alma encuentra placer  en robar galletas hay que añadir ahora su descontento porque ella ha reprendido a Omar en el confesionario perdiendo los papeles. El torerín la acusa de no ser capaz de sentir indiferencia por el de Carabanchel (mini-inciso para preguntar quién tiene celos aquí). Elevan de nuevo el tono. Paula no se deja gobernar y Luis comienza a entrar en un brote de autoridad paranoico-casposa intolerable. Pero llega Omar, de muy buen rollo;  incluso la rebuznante llega a tener la sensación de que va a disculparse por el comentario anterior del confesionario y gasta la broma del cuchillo, siempre con buen talante. Luis lo invita a opinar sobre los motivos de la discusión. Omar se pasa de sinceridad y entonces el monaguillo, digo el proyecto de torero mienta (de mentar) lo de la altura, ya con tono desafiante, y recibe la respuesta adecuada, que no fue la que yo hubiera deseado: tú a mí no me llegas al forro los cojones. Una pena. Paula, queriendo o sin querer (¡ah, esa femme fatale!) interviene e incita a que la discusión siga por cauces menos diplomáticos. Sale Omar de la escena y de nuevo Luis le recrimina a su presunta hermana la ausencia de indiferencia.

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Te vas a enterar de quién soy yo, Omar

Tercer acto y desenlace: Mientras Omar narra incrédulo y muerto de risa ante algunos de sus compañeros lo que acaba de suceder en el jardín, don Quijote, el torero y Bernarda Alba, que son algo parecido al padre, al hijo y al espíritu santo, solicitan una reunión con el carabanchelero. Van al baño y posteriormente al vestidor ya que Luisito no quiere testigos. Y no los quiere porque inicia una conversación unilateral, acusadora, inconexa y torturadora que dura más de una hora hasta lograr su principal objetivo: sacarlo de sus casillas y obtener una amenaza o gesto violento para provocar su expulsión directa. Antes de lograrlo, Omar, sin perder la calma y consciente de las pretensiones de Luis, lo deja en evidencia varias veces. Demasiadas, hecho que contribuyó a que torerín se empleara más a fondo, siempre desde el desprecio, la descalificación y la humillación. Sin amenazas directas ni palabras malsonantes, naturalmente, que eso se graba.

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Que te sientes. Que te pongas tú de pie.

Tampoco el de Carabanchel hizo uso de ellas. Es más, su dialéctica, su tono seguro, relajado y sobre todo, su temple casi hasta el último momento, sorprendieron. Pero león al fin y al cabo, al final , como respuesta lógica y legítima, casi le da un zarpazo a la cigala. Ojo con desprestigiar a estos crustáceos con caparazón que poco podemos hacer los animales de sangre caliente para dañarlos sin haberlo planeado como se debe para que acaben en el destino apropiado, es decir: la sartén y mi estómago. O el de Omar.

No he contado ni contaré la cantidad de veces que Luis pronunció la palabra amenaza. O la frase «me estás amenazando» cuando no medió ni una amenaza por parte del carabanchelero hasta el final. Debo corregir en este punto al Gato y a todo el que se empeñe en censurar el estallido de Omar, ya que las provocaciones de Luis llegaron al extremo de hacer alusión a la vida sexual de su envidiado odiado Omar. ¿O sería más correcto amado? Ya sabe el paciente y forofo lector que yo casi nunca cito de manera literal, pero Luis mencionó la costumbre de hacer tríos del de Carabanchel entre otras lindezas, como inmaduro, maltratador etc. etc. Omar se apresuró a desmentirlo: que el sólo había hecho un trío y los calzoncillos no se los compraba su madre, entre otras cosas porque no tiene. La enladrilladora opina que esa desinhibición tan chulesca y a veces grotesca de Omar,  pero tan viril a ojos del novillero, es la principal razón del odio y la envidia que proyecta sobre él. Porque Luis, desenfundar, de momento y que sepamos, no desenfunda nada más que el estoque ante una vaquilla. Ante una morlaca con los cuartos traseros bien pronunciados se ha mostrado incapaz de alcanzar la suerte suprema.

Y las lasañas me quedaron divinas.

En cualquier caso y volviendo al artículo del Gato, en el que se queja de que Omar no fue amonestado cuando insultó a Paula, creo que es importante precisar que en este caso hay una diferencia abismal, especialmente por el factor distancia. Lo de Luis ha sido una provocación en toda regla. Intimidación verbal premeditada a sólo unos centímetros de distancia de su rival y a solas con las cámaras que Luis no deja de controlar mientras discuten para cerciorarse de que los están grabando. Lo de Omar con Paula fue una vulgaridad, una falta de respeto intolerable… que sucedió mientras correteaban por la casa en presencia de todos como respuesta a otra vulgaridad o provocación  por parte de ella.

Que no cunda el pánico ni clausuren este bendito blog, que empiezo a acabar. Aprovecho para recomendar la magnífica recopilación de vídeos de @gh_seguidor. Allí está todo, podíais haberos ahorrado este panfleto.

Dicho todo esto,  he de hacer algunas puntualizaciones:

-Si yo hubiera sido Omar, a Torerín habría que haberlo llevado al dentista esa misma noche. Vaya por delante que no es mi intención enaltecer la violencia, pero ya habíamos quedado en que putanesca es una salsa. Ir al dentista tres veces al año como mínimo es lo recomendable.

-A estas alturas de mi vida de enladrilladora he empezado a ver la luz.  No hay jardín sin flores ni edición de GH sin putanescas, enanos, bufones, maltratador@s, travestis o cabra, porque la parte que sufraga a la parte contratante no se interesaría por el producto. Quedamos las almas cándidas, los que nos desgañitamos de manera estulta para conseguir justo lo contrario de lo que pretendemos. Nosotros, los adictos que sólo  buscamos justicia poética y somos el verdadero motor de esta locura.

Hale, sayonara.

 

(“Justine o los infortunios de la virtud” es una novela de Donatien Alphonse François de Sade, más conocido en la historia de la literatura como marqués de Sade. La primera versión de la novela fue escrita en 1787)

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Mientras termino de acicalar esto Luis parece que se decide finalmente a pedir disculpas o algo parecido. Acaba de anunciar que quiere hablar con todos. Anda acojonado. Como su plan no ha surtido efecto recurre al plan B. Y el muy imbécil cínico le ha pedido disculpas a… Alejandra, que no entiende  a cuento de qué viene esto ahora. Nosotros sí lo sabemos: Omar ha estrechado su amistad con ella y los megafoneros hicieron su trabajo.  A continuación le dedica unas palabrillas forzadas a Omar, que también alucina aunque concede pasarle la sal cuando la necesite. ¡Majestad, por la convivencia, todo por la convivencia! Y por la familia, viene a decir Luis. Del maletín no dice nada. Da la impresión de que el perdón de Luis resulta insultante para los agraviados. Es demasiado interesado. Tiene miedo, sabe que la ha cagado pero se equivoca de destinatario. Sin embargo, a la enladrilladora le conmueve su ingenuidad pueril. Pobre tonto.

Fran, que ni en su peor pesadilla imaginaba que su protegido fuera tan rematadamente tonto, cambia de tercio y desvía el tema hacia el reparto de tareas para que Luis no quede más en evidencia. 

Dejo capturas:

ale
¿Eing?
omar
A este paso me haces ganador, torerín
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Derrotados hasta nueva orden. O hasta que la cague otro.

Obsy

2 recordatorios:

1- Quedan tres días para participar en la primera porra calcetinera.

2-Está disponible en la Play Store una actualización de la App de Calcetineros, con algunas mejoras.

porra

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Acerca de Obsy

Enladrilladora oficial de la Calcetinería. Un coñazo, pero en tuiter no me dejan pasar de 280 caracteres y aquí sí.

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