Buenas tardes, queridos calcetineros. Empecé a redactar un comentario pero se me ha ido de las manos y al final ha salido ladrillo. Pido disculpas por adelantado por la horrible estética narrativa
El verbo Florido de Omar pesa más que las intenciones retorcidas de Paula.
He visto y revisto el vídeo de la cafetera putanesca y mis conclusiones, aunque sean políticamente incorrectas, no difieren de lo que he mantenido desde el primer día. A saber:
- Paulita tiene más tiros dados que una escopeta de feria.
- Paulita gestiona cualquier trifulca con pericia sin despeinarse. Al punto 1 me remito.
- Omar es un bocazas. Mucha polla y pocas nueces, volvemos al post titulado “Líbreme GER de las aguas mansas» (que de Omar ya me libro yo)
- Fran es “dios”. Entiéndase dios en este contexto. Si no fuera por él estaríamos todos comiéndonos los mocos.
- Lo de «no matéis al mensajero» aquí no sirve. En este caso casi todos tenemos ganas de matarlo metafóricamente. Insisto: lucía mejor con el pulpo en la cabeza.
- Paulita es una joyita deportada, que se presenta borracha en el curro, es -o ha sido- violenta con su abuela de 90… pero se traviste de modosita agraviada en prime time, que es lo que cuenta. Como no puede maquillarse los tatuajes, en su última aparición estelar optó por el jersey de cuello alto. Mode Lola pitonisa on: la mala hostia de la presentadora caerá sobre Omar como una maldición.
El vídeo:
(Cortesía de @__abbyRj__)
En el vídeo se aprecia con claridad como Paulita, de manera sibilina, dirige un piropo fruto del despecho a la difunta Lucía con retraso, pero sobre todo, con la intención de calentar el ambiente. La falsa hawaiana no se despeina y gestiona las reacciones inmediatas con descaro y eficiencia. Es más, en lugar de cerrar el pico, disculparse y hacer mutis por el forro (al de sus cojones me refiero, no es una errata) empapa bien empapado a Vitín, que es parte interesada. La wikipedia describe la salsa putanesca y aclara que el otro nombre que recibe –mucho más poético– es salsa al puterío, lo mismo que ha manifestado Omar que es esa casa, sobre todo cuando Paulita retoza con su “hermano” de manera fraternal, no seáis mal pensados que Toreriyo no siente ni padece; tal vez se deba a la costumbre de llevar sus partes pudendas comprimidas en la taleguilla porque Luis es un ser celestial, guardián de la moral y el orden, y Paulita es un súcubo redimido reconvertido en ángel por obra y gracia de las cámaras que la enfocan constantemente. Ella, que fue deportada de Hawai y le daba de hostias a su madre y a su abuela, ha mutado en una virginal dama gracias a la intervención divina de un caballero andante fenotipo Manolete rescatando a Lupe Sino del lupanar que regentaba.
Un súcubo, por cierto, es un espíritu, diablo o demonio que, según la superstición vulgar tiene comercio carnal con un varón bajo la apariencia de mujer.
Es complicado defender a Omar por culpa de su lenguaje apasionado y descortés. En realidad no hay defensa posible ante semejante derroche de violencia verbal. En la calle le caería como mínimo una orden de alejamiento. Paulita lo sabe y se deja avasallar cual mártir aspirante a la canonización, que aquí se traduciría en forma de sagrado maletín. Omar que es mu tonto, pero que mu tonto (gracias, Floren) procura insultarla cuando no hay nadie delante… salvo nosotros, que esperábamos pacientemente la hora del anunciado matarile. El resto de sus compañeros no puede ver -ignoro si llegan a escuchar- la parte más dura del enfrentamiento. A saber: puta y borracha. Lo de borracha no parece afectarle tanto, lo de puta, sí. No obstante la pegabuelas sabe controlarse y no le da un almohadazo, que es lo que confiesa que le hubiera apetecido y el de Carabanchel como mínimo hubiera merecido (yo sería expulsada ipso-facto y Omar hospitalizado). Ignoro si dar almohadazos está a la altura legal -en este contexto- de arrojar vasos de agua o de mentar a manifestantes relacionados con determinada causa política. Nos quedaremos con las ganas de saberlo. Queda claro que insultar a otro concursante o dedicarle gestos obscenos sí está permitido este año, siempre y cuando no llegue la sangre al río. Lo que ya no pudo rebatir la hawaiana fue que al intentar insultar a Omar aludiendo a su inquietante físico (con esa cara que tienes…) él le respondiera: pues con esta cara que tengo tú estabas allí hace una semana. Señaló hacia el dormitorio y fue comedido. Yo esperaba que se tocara la entrepierna, pero ya había demasiada gente delante. Ella se calló como una putanesca, con perdón. Y aviso al hipotético lector y presunto demandante de que hemos quedado en que putanesca no es insulto ¿verdad?.
Inciso y reflexión: a Carlos el Yoyas, después de todo, no le ha ido tan mal. Fin del inciso.
Decía que tiene mérito que no llegue la sangre al río porque Fran el incendiario, Vitín el chivato gangoso y Loli la hijaputanesca adivinatriz, son los encargados de mover los hilos con el fin, supongo, de que acaben reventando uno, otra o los dos a la vez y salgan pitando por la puerta de delante o la de atrás, lo mismo les da a ellos. Repito: hemos quedado en que putanesca no es insulto, ¿verdad que no? Pues eso.
Fran es consciente de que Paula está ganando apoyos. Aunque @grasamarrón defiende la teoría de que al apoderao y el torero juegan al villano y al héroe, la rebuznante cree que sólo Fran está jugando con rigor profesional. Al torero se le debe haber hinchado la taleguilla con tanta fraternidad y está perdiendo la perspectiva, otros intereses aparte, que él se guía por los megafoneros (y Fran también y yo dudo una vez más ante la teoría de @grasamarrón). El otro día le regaló unos calzones a prima Ale. Qué cosas. Previamente habían gritado Ale ganadora, of course. @JuanFitipaldi decía en su tuiter que pagaría para que los megafoneros fueran a gritar cosas sin sentido, como Loli ganadora o viva la cabra. Yo añadiría Alfredo hereje, Azahara asesina, Juanma gordo y Omar viva la madre que te parió. Secundo la moción e incluso sería capaz de alquilar un equipo de sonido a la altura de las circunstancias.
Del papel de Vitín me remito a mis impresiones del anterior ladrillo. El gangoso irritante maneja y utiliza a sus compañeros de trío en beneficio propio. No sé yo ya si es por la insatisfacción que conlleva la ausencia (vital) de sexo o porque es una mariconcilla cizañera o porque a río revuelto ganancia de pescadores. O todo a la vez. Hace bien, qué sería de nosotros si no.
Luego está Loli con sus vaticinios y sus estigmas nocturnos. A la pitonisa se le hinchan los dedos y le pican las manos cuando tiene una visión. Cualquier galeno, incluso yo misma que no lo soy, sentenciaría que perdiendo peso y haciendo ejercicio dejaría de ser una mensajera del más allá. Eso, una receta para sus evidentes problemas circulatorios y una dieta sin torreznos. Supongo que ella se sentiría tremendamente decepcionada: sus picores son un síntoma irrefutable de sus poderes. La enladrilladora no oculta una fantasía muy retorcida…

Esta elementa ha anunciado que alguien de la cruz de cámaras va a sufrir un accidente, hecho relativa y estadísticamente probable si tenemos en cuenta que la subida a Guadalix está plagada de curvas. Mi madre me dice lo mismo cuando enfilo con mi bólido la carretera que conduce a no diré dónde: “Cualquier día te vas a matar”. De momento sólo he hecho aquaplaning pero es dominio público que el trayecto encierra cierto peligro. Yo por mi parte también soy capaz de adivinar el correspondiente “telodije” si llegara a pasar algo. GER ni Dios lo quieran aunque estadísticamente es posible, tanto como que una mujer joven haya tenido que recurrir a la píldora del día después, aunque Loli se haya quedado desfasada, o dada su particular condición de bruja y curandera ella sea más de abortos con tijera y cataplasma de perejil con sal. El caso es que una (torpe) aclaración de Omar la ha llevado a “adivinar” que todas las féminas de la casa han tomado la píldora del día después o la tendrán que tomar. Y de esto se alimenta la cordobesa, de almas incautas como prima Ale o el de Carabanchel que no saben controlar su verbo florido. Con estos ingredientes, cierta experiencia en la vida, algo de empatía y sobre todo, con ausencia de escrúpulos, es posible timar al prójimo tal y como hace Loli.
Pero la vertiente más atractiva de estos fenómenos paranormales desde el punto de vista de la humilde emparrafadora es que Fran ha recomendado a Loli que avise a la futura y presunta víctima de su desgracia. A saber: el cámara que corre peligro. Si no lo hace sus compañeros pensarán que es una bruja malvada que no usa sus poderes para hacer el bien y habrá que nominarla. Si no hay accidente su credibilidad caerá por los suelos y habrá que nominarla (y echarla!) again. Si se lía a dar golpes al cristal espía la pueden poner en la calle. Ahhh, maravilloso Fran. Cuánta perfidia la suya. Previamente ha manifestado sentir el mismo don agorero del que presume Loli, hecho que ella explica como una consecuencia de su proximidad, no vaya a ser que el apoderao le robe clientela cuando salga.
Dejo imagen de la vegetación del jardín mientras las repercusiones de ”lo” de la putanesca se sucedían. Decía Azahara que el asunto no iba con ella. Los pajaritos que cojean sí lo son. Por la mañana fue al confesionario a pedir al súper un veterinario para un pajarillo cojo.
Otro inciso: un pajarillo cojo no es lo mismo que un palomo cojo. Vitín, por ejemplo, es como un palomo cojo. Fin del inciso
Pero qué buena, qué guapa, qué sensible y qué especial es la malagueña. La enladrilladora considera que lo que la rubia necesita es destacar desde su presunta ‘bonhomía’ o desde su animalismo de pexiglás. Hacen buena pareja, las cosas como son. Ambos son igual de soporíferos. Fundarán una raza nueva de guapos justos pluscuamperfectos y el mundo cambiará a mejor. Lo que no sé yo ya es si soportarán, sobre todo ella, tanta competencia (…)

Hale, fin del comentario y sayonara!