¡Quítate el velo, Shaima!

Buenas tardes a los hipotéticos, divinos, maravillosos y adorables lectores de calcetineros. Y a los que no lo sean muy buenas también.

Ya me ha apuntado a la porra porque es un fenómeno paranormal que nuestros gustos no coincidan nunca con los de los sufridos votantes. Es tan raro como sospechoso. Y mosquea. He participado porque soy una viciosa y porque la manera de formular la pregunta me parece la adecuada.

He votado a Loli porque los oráculos que subvenciona la parte contratante parecen posicionarse en este sentido. Antes de razonar esta elección me he molestado en practicar en el baño el arte de la empatía con la parte contratante. He de decir que el baño es el lugar en el que habitan todas mis musas, que por cierto son unas canallas que suelen aparecer de madrugada. Sí, acertáis: micciono y defeco bolígrafo en mano. No me van las notas de voz.

De esta guisa estaba yo cuando recordé que un reputado (de reputación) hombre de negocios sabedor de mi afición a este despropósito que nos quita el sueño me preguntó que si además de los tantos por ciento la parte contratante ofrecía datos más precisos. “Pues creo que no. Sólo datos de audiencia, que son los que venden a los anunciantes”. Es decir -me contestó con una sonrisilla maligna- ni mú de facturación. La enladrilladora, como es provinciana y de letras, no ahondó más en el asunto hasta que las musas empezaron a flotar sobre la taza del inodoro.

El caso es que no sabía yo cómo justificar la salida de Shaima porque no tiene explicación sensata. De hecho los vídeos anteriores a la expulsión no fueron especialmente duros con ella aunque es cierto que en los previos a la entrada de Paula en la sala de expulsiones tampoco se escuchó ni uno de sus perversos gritos fruto de su irritante borrachera de helio. Qué cosas.

Inciso: la rebuznadora piensa que cada uno de esos gritos equivalen a veinte votos como mínimo en contra de la insoportable hawaiana. Fin del inciso.

Podría estar equivocada, naturalmente, y el sufrido espectador pudiera odiar a Shaima porque es mora, porque toca el tambor o porque es una metemierdas divertidísima. Sin embargo, tras descartar las toallitas íntimas Deliplus y optar por el papel higiénico de toda la vida de GER, me acordé de mi amigo el empresario y claro que no hay tongo… porque no hace falta que lo haya. Es mucho más sencillo. Desconocemos el número real de votantes, sólo disponemos de tantos por ciento. Así que basta con que la parte de la parte contratante que tenga acceso a los porcentajes invierta en la causa que más interese. Et voilà. Se trataría una cantidad fácilmente asimilable dentro de los parámetros a los que nos referimos y se amortizaría con celeridad

Conste en acta que lo anterior sólo son delirios de una adicta a este formato  cabreada con la jodida costumbre que tienen los jerarcas de esta cadena, productora, programa y/o empresa por convertir este programa en una cantera rentable de futuros personajillos seudomediáticos que se dedican un tiempo prudencial a dinamizar la parrilla de Tele 5. Nada ilícito, pero cargado de intereses ajenos al ingenuo espectador que el final traga y sufraga todo.

Todo este panfleto infumable es sólo una introducción para buscar una explicación razonable a lo expuesto al principio. Me refiero a la no coincidencia con las encuestas y a mis motivos para elegir a Loli en la porra propuesta por este bendito púlpito que me ofrece  Maroto para dar rienda suelta a mis soflamas.

En mi anterior ladrillo ya expuse que Shaima probablemente no fuera un personaje rentable. Su religión le impediría -en principio- llevar una vida licenciosa y putanesca (de cafetera) frente a las cámaras de Tele5 y la emparrafadora cree que el canal Viajar no le hará una oferta a la ceutí de momento. Con Loli no sería fácil lidiar. Es un ama de casa (y pitonisa) a la que le costaría adaptarse a las intrigas de los pasillos de las productoras. Podría ahostiar a su jefe si el espíritu de Santiago Carillo se manifestara a través de sus dedos hinchados. Por cierto que ayer comentaba que necesitaba llegar a los 60 días de encierro para tener una prestación y algún compañero matizó que el sueldo mensual del que gozarían fuera de la casa durante un año (600€) era más alto que la ayuda a la que Loli aspira.

…Y los seguidores de Gran Hermano ya conocemos el gusto de no se sabe muy bien quién por las carpetas reales, ficticias o forzadas, las putanescas, los enanos, los bufones, el pay, la cabra (que ya está) y la madre que los parió. El resultado: Shaima a la calle. Loli tiene bastantes posibilidades de seguirla.

Fin de la introducción. Pido disculpas y agradezco de corazón al valiente e hipotético lector que haya llegado hasta aquí.

La gala de ayer resultó dinámica y correcta. Fue agradable el ahorro del numerito de la cámara esa tan moderna que gira, se para, enfoca a quien no debe y vuelve a girar y se vuelve a parar para enfocar a quien no debe. Soy conservadora y purista.

Otro inciso: Y como purista y sin haberlo visto empuñar el estoque me da que Luis tira más para Jesulín que para Manzanares. Fin del inciso y una petición para el lector antitaurino: que lea entre líneas antes de bajarse del carro cabreado con la enladrilladora. A estas alturas ya no merece la pena abandonar este puñado de letras.

Ayer alguien se quejaba del bajón en la calidad de las entrevistas. Merceditas se muestra durante esta edición menos incisiva que lo esperado. A los adictos nos gusta nuestra presentadora borde, necesitamos ponerla a parir el día después. Es una tradición patria muy saludable. También nos gusta que enseñe el culo y las tetas. Ella es así, como Omar es así (guiño a Lucía). Tal vez está agotada por el esfuerzo que supone despedir sucesivamente a un gitano y a una mora. El primero le planta cara cuando le parece y nuestra Merche a estas alturas va y se arruga. Lo de Shaima es mucho más delicado, pero para no perder la línea de otras ediciones, la ceutí hubiera merecido su ración de vídeos comprometidos, de esos en los que se veía como fulano, mengano o zutano la abrazaban, besaban o tocaban. Que los hay. Un montón. Pero no, a ella no. Y es aquí es donde la enladrilladora se queja, protesta y rebuzna con rabia. El hecho de que la (divina) concursante haya sacado partido de su enfermedad o de su condición cultural, como bien apuntó Mayka, tal vez sea una excepción que ha mejorado en esta ocasión la regla. Pero lapidar a Lucía sin descanso porque haya ido a por lo que era de ella y  tratar a la morita de Ceuta como a un obispo discrimina al resto de concursantes… de todas las ediciones. A Shaima, en cualquier caso, le pasará factura su valentía. En algunos países incluso podría ser lapidada por su osadía. En Marruecos, sin ir más lejos, la evitarán en bastantes círculo, ergo Xamy no es rentable en el mundo del colorín occidental hasta que no se deshaga de todo lo que conlleva ese velo que por poco le provoca una alopecia.  En definitiva, esta petulante rebuznadora echó de menos la faceta hilarante y provocadora de la presentadora, la misma que se crece con las presuntas putillas y los chuletes de manual pero se arruga con los moros y los gitanos. Yo sólo esperaba que Mercedes le preguntara que por qué no mandaba al carajo al Islam porque es evidente que ella no está en sintonía con lo que postula. Como no fue capaz de hacerlo, me he tomado la licencia poética de recomendarle a Shaima desde el título de este ladrillo lo que -a mi juicio- debe hacer para ser feliz.

A pesar de mis quejíos y lamentos mantengo que el cásting era divino. Y digo era porque sin Shaima se cae una grande, tal vez una ganadora legítima ya que ha tenido la valentía de apostar y de  jugar en contra de su ecosistema. Pero sobre todo me doy cuenta que el cásting es bueno por una razón. Por primera vez no dudo sobre cuál de los candidatos de la terna debe abandonar la casa: Jony es pequeño, peludo y suave, el muñeco hinchable de prima Yoli, pero no aporta nada más que su presunta bonhomía con su presencia. Soy consciente de que nado contra corriente: el primo bajito se convertirá en rentable cuando dé rienda suelta a lo que la naturaleza demanda. Y es que los continuos ronroneos de Yoli acabarán en priapismo como no se decida pronto. Pero este primo (en sus dos acepciones) parece no dar más de sí. Sólo nos queda confiar en que el día que se decida nos regale una maratón de sexo salvaje en el jardín para compensar nuestra paciencia.

Además del cásting, considero que es un acierto introducir la posibilidad semanal de optar a la inmunidad así como la novedad del juego entre parejas (o tríos o cuartetos o…). En ediciones anteriores todo parecía mecanizado. Los concursantes se limitaban a seguir el patrón y los espectadores podíamos adivinar lo que sucedería en función de las filias y fobias de los candidatos. De esta manera se destrozan sus planes y se consigue más dinamismo, aunque uno llega a temer por la integridad física de los habitantes de Guadalix durante el juego de la inmunidad.

Tan exacto lo de seguir el patrón que ayer Shaima se declaró fiel a las normas del programa a pesar de que Mercedes le ofreció la posibilidad de ponerlos a parir a la carta, pero la morita no la escuchó y además había planeado su despedida con antelación, papel y lápiz de ojos. Actúo como el perro de Paulov.

Que no cunda el pánico. Empiezo a terminar con todo el dolor del mundo, ya que carezco del tiempo necesario para reflejar con calidad literaria mi opinión sobre el ataque de virilidad de Luis ante la observación divertida (que no insulto) de Alejandra. Por cierto, el rondeño luce ideal travestido de chica. De hecho la prima alta y él tienen el mismo tipín. Toreriyo es un amor de madre de manual. Hijo único, tiene una parte femenina muy desarrollada. O así, que es novillero, cojones, y hay conflicto de intereses. Que un maricón no puede matar un toro, seamos serios. Lo que queda claro es que Paulita ha dinamitado la relación de Luis con su apoderado. Recordemos también que Paulita intentó hacer lo mismo durante los prolegómenos de su (forzada) relación con Omar. Con su voz atiplada se quejaba al potro de Carabanchel de que las primas la miraban mal… ¡¡el segundo día!! Resultado: Omar cogió manía a las primas, aunque para su desgracia eso está cambiando. Con Luis está teniendo más éxito. De momento él y Fran se respetan a pesar de que últimamente dan la impresión de concursar por separado. El Gato, oráculo de la parte contratante, manifiesta hoy en su entrada que le gustaría ver concursar a Luis en solitario. Yo subo la apuesta: me gustaría que concursaran enfrentados.

Y termino entonando el mea culpa. Ayer me aburría tanto que le subí el culazo unos centímetros a Paulita como regalo de bienvenida. Toca disculparse por el feo detalle pero también joderse y comerse la imagen con patatas. Borro el tuit y lo guardo para más adelante. Como prueba de mi buena voluntad y de mi sentido arrepentimiento subo esta imagen:

Otrosí: Es fácil entender Azahara tras ver  y escuchar a su madre. Ambas son fenotipo “cuando digo sí es no y viceversa”. Menudas tienen que ser ellas en la cola de la pescadería. Dulces, femenisísimas y aparentemente inofensivas pero más frías que el copón, pisarlas puede suponer la pena capital. La enladrilladora, que ya está al límite de sus fuerzas, propone a sus encendidos fans que arrojen a la vigoréxica rubia brotes de soja a su paso en lugar de flores. Cuando salga, quiero decir. Azahara es una belleza absolutamente insoportable. Egocéntrica hasta la rabadilla del culo, dudo mucho que el soporífero Juanma sea capaz de aguantarla en Tarifa o en Nueva York más allá de un par de meses. Por dos razones: ella tiene mejores planes a largo plazo y él es surfero. Tiene paciencia para esperar la mejor ola e incluso disfruta y se recrea durante la espera, pero sabe bien que cuando las olas rompen se diluyen…

 

¡Hale, sayonara!

Obsy

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¿Cómo funciona esto?

(Os iremos recordando el tema de la porra en todas las entradas de esta semana para que la mayoría pueda empezar a jugar en la misma semana)