Resultados para:

Thanatomorphosis

326354
Buenos tiempos para la química, entre la naturaleza y yo, entre yo y los extraños, entre yo y la ginebra…

Hace unas semanas vi una película llamada Thanatomorphose (véase), cuyo argumento se centra literalmente en ver cómo una chica se va pudriendo en su domicilio sin causa aparente ni hilo argumental concreto; no la recomiendo además de por ser muy hardcore (si es que quedan estómagos sensibles aún) porque su idea filosófica subyacente es algo abstracta y redundante. Pero sirve de metáfora perfecta para dibujar el entorno pútrido en que ha acabado convirtiéndose esta última edición de GH. Como lo mío nunca fue centrarme en coyunturas, conspiranoias, telegenias ni orquestaciones de feria sobre lo que hay detrás, daré algunos puntos subjetivos (nada nuevo, esta entrada es post-mortem en contenido y forma) sobre lo que considero un proceso de degeneración conjunta, de espectadores y formato todo al unísono, como Wagner, aunque con final feliz.

Existe ese nuevo personaje, aburrido de necesidad, vulgar hasta el espinazo, que se convierte en crítico de todo sin motivos aparentes: odiar lo que hay, odiar lo que no hay, odiar al que no duda de lo que hay, odiar al que odia lo que hay porque ha descubierto que lo que no hay sí es lo que hay… Tal fenómeno viene dado por el estercolero en que se ha convertido hoy día lo que se hace llamar opinión, que pocas veces se sustenta en razones o lógicas, en hechos o un determinado mundo interior o ideología: las opiniones son a priori y de facto una duda crítica, insana, enfermiza, triste, un eterno zoom psicodélico donde al final nunca hay conclusión, sólo bilis, sólo domingos sin paracetamol. Cualquiera que acepte esto que digo dirá que peco de lo mismo. Peco de lo mismo pero peno por lo distinto. Digamos que este personaje genérico es el primer paso de la tanatomorfosis si lo aplicamos al programa, abundando esta actitud sólo puede derivarse un fanatismo desapasionado y si ya de por sí el fanatismo es indeseable… un fanatismo sin pasión es el primer paso para que a este maniquí que ando dibujando y despedazando se le empiece a caer el pelo. (Véase apéndice 1).

Tras la caída del cabello deviene la putrefacción de la epidermis; gracias a este fanatismo sin alma sólo quedan dos factores básicos a los que asirse si eres perro viejo (la franja adolescente o post-adolescente es un misterio difícil de analizar, aunque lo intentemos frivolizar con tópicos): esos factores son tomarse como un show irreal el concurso y por ende anular que los concursantes sean personas de verdad, con ello se puede descartar cualquier legalidad de parte de esas élites en sus inescrutables tejemanejes (lo de siempre: tongos, guiones, sorpassi,…), pero lo que es fundamental aquí es cómo este descreimiento se ha transmutado en inercia, ya es muy común juguetear a adivinar esos guiones o amaños sin que importen aquellos ecos sobre un GH puro (que nunca puede existir y de lo que nadie puede quejarse dado que esto es una empresa privada con ánimo de lucro y personas que firman cláusulas, no un experimento antropológico). Vamos que la pedantería generalizada que dije antes da la mano con gusto a este ecosistema donde no es relevante la creencia sobre lo visible sino especular sobre lo invisible.

La epidermis se cae y empieza el desmembramiento, ¿cómo te posicionas con alguien o sobre algo con toda esta mansalva aquiescente en la que somos parte y todo? Dejándose caer, mirándose en el espejo como en una noche sin luna, o sea, que en realidad ya no nos gustan los concursantes por norma, nos gusta justificarles bajo un contexto (como ya dije, de por sí falseado y deshumanizado) que nos inventamos según pretextos cerrados: ya sea el divertimento en redes, la inocencia de buscar en nuestras experiencias personales un rescoldo por el que ser indolentes para con ellos… pero lo que es peor, el inventar pretextos reales y graves para meterse en las barricadas por divertimento, es así cuando nacen, también desde esa inercia lúgubre, ideas como que hay personas violentas en la casa, que hay víctimas, que hay bullying, acoso, maltrato… lo que se conforma como una excusa perfecta e incontestable para adoptar una moralina de suyo bajuna y añeja con la que pegar tiros a los enemigos o discutir en x foros y demás fórmulas de diarrea verbal anónima. Los órganos vitales desfallecen y se resquebrajan cuando esta mescolanza repulsiva de conceptos se usa para apoyar a alguien o intentar hacerlo merecedor de un premio, a sabiendas que en un entorno como el que viven ahí dentro estos problemas tan graves nunca pueden medrar ni tener una consistencia real. Otra cosa es que los propios protagonistas vean desde fuera las posibilidades de autoconcebirse en esos roles para auparse como favoritos. Si hacemos reflexión, muchos ganadores tienen en común un momentum, un espasmo virtual, que les hace pasar de estadio (Paula y su noche de despecho, Laura y su Samu esto es lo que hay, Iván y su lucha contra reventados, Pepe H. y su invento del estratega cómplice…), simplemente ahora ese horizonte no es espontáneo o circunstancial, sólo duplicado y amarillento, no sucede en la casa, ha ocurrido ya en las redes y en la mente caótica de los aspirantes previa entrada, GH 18 será pasado ya en cuanto comience, si comienza.

ljkljjlkj
…»siempre pensé que mis ojeras eran interesantes, que aunque fueran hereditarias se correspondían de alguna manera con una especie de vida retorcida y desafortunada…», extracto de mis diarios.

Finalmente sólo subsisten los huesos en el proceso de descomposición. Sólo queda alguien como Adara, ese esqueleto al que tantos han apoyado (a ella y a la del luto con lentillas), yo mismo me sentía inerte mirando sus muecas desencajadas, sin importar verdaderamente que ganase o no, sin preocuparme en demasía por qué mueve a mucha gente que alguien así pudiera haber vencido: es como cuando enfermo te vas a la cama y al rozarte con las sábanas sientes un asco universal por la carne. Ver a Adara en pantalla era como tener fogonazos mentales y que palabras como revenimiento, carne de segunda u homicidio voluntario volasen por mi cabeza. ¿Sabéis cuando alguien os sonríe y todo es falso de pronto?, ¿cuando veis una mirada siniestra en los ojos de un amigo del pasado, en una foto vieja?, ¿cuando sólo existe el plástico barato, las luces de una discoteca olvidada o los gritos prostituidos de algún programa perdido de telebasura? Pues eso es lo que sentía al ver este esqueleto pudiendo alzarse con la victoria. Sin más, sin analizar sus actos, sus mentiras circulares, su agria mirada llena de complejos, su demencial bipolaridad escénica, su manipulación victimista, su infame machismo revertido en unos celos naturalizados por una pasión probablemente inexistente. Sin más… no quiero más que olvidarla. Creo que de no haber salido expulsada no habría habido cambio perceptible en ella, todo a su alrededor cobra un aire de hastío predeterminado irrespirable. Muchos se perpetúan en la tesis de que la final de GH debe cobijar sólo a protagonistas, es una vuelta de tuerca más para ocultar que importa más el efectismo que los hechos o la trayectoria: comparto que un ganador del concurso debe haber sido un protagonista, pero también que no valga todo para llegar a ese estatus o que dar juego sea proporcional al número de broncas, a mover la casa sí o sí (herencia del señor Carlos Lozano), a esperar al piloto rojo para montar el circo de turno y que todas las cámaras te pillen el lado bueno. Pues prefiero una aburrida final de muebles si ésta es la nueva mecánica a seguir: ante la duda la más tetuda y mejor un ganador@ pelmazo, honesto o coherente que un personaje que hace de su guión un sayo todo el tiempo. Porque este tipo de concursantes además, al menos a mí, me acaban aburriendo también.

FIN

Volviendo a la actualidad y al panorama final que queda en la casa: me gustan Miguel y Bea (tras irse Clara, que fue mi favorita por una empatía que requeriría diván para ser expresada aquí y no es plan, y no, no es porque fuese shemale), dentro del teatro del primero y la verdulería de la segunda me han transmitido un mínimo de sensatez o alegría, de espontaneidad, gente que hace de sus problemas, circunstancias o complejos un show expresable de manera amable y no como excusa para satanizar al mundo. Cabe pensar que tras la expulsión de Adara Rodrigo estará condenado (justamente) así como Alain; al parecer ser jovencita y enamorarse vuelven a dar justificación a un catálogo de tópicos y sandeces sexistas, hablo del caso Meritxell: meto la mano a un borrachuzo bajo las sábanas, me indigno porque eso abre no sé qué puertas preinstauradas de compromiso (¿imaginariamente?, ¿socialmente?), voy a cotillearlo a los 5 minutos a otra concursante y me paso lo que queda del día y concurso arguyendo, con toda la sutileza que una mente limitada como la de esta chica pueda dar de sí, que me han usado. Toma mi vagina… no la quiero, tuya es. Apechuga.

Como siempre yo nunca veo machismo en lo explícito, sino en el detalle, y que a día de hoy una mujer piense que el sexo supone una especie de sacrificio ritual por el que el hombre ha de rendir cuentas, del modo que sea, es un insulto a su propia dignidad, aunque también es de recibo decir que Alain no supo parar más en seco, no por el acto del edredón (que ni siquiera sabemos si hubo un roce de teta, de glande o si ella alcanzó a lamerle el pezón al buenorro de la edición) sino toda la historia chapucera que ha montado para auparse como protagonista de última hora. En resumen… lo de siempre. No olvidemos que pocas cosas hay más machistas que victimizar a una mujer poniéndola en un altar (machismo romántico: dícese de ese machismo que pone a la mujer como diosas a cambio de que no hagan ni participen en NADA terrenal) donde sus pasiones, bajas o altas, tienen un peaje doble: ni son el sexo bello, ni tienen un pelaje más suave, ni su abrirse de piernas es una entrega a la diosa Hera, ni sus pasiones tienen por qué venir de un origen intrínseco distinto del varón. Resumiendo, creo que es la que menos merece el maletín, primero por toda esta estratagema torticera que acabo de decir, segundo porque sólo tiene votos indignados al rebufo de la expulsión de su amiga de última hora.

Y acabo… estas parrafadas fueron escritas antes de la expulsión de Adara, en realidad sólo he cambiado unas pocas frases, al leerme he descubierto que lo de menos era ella o su permanencia, muy significativo de lo que ha sido su concurso para mí: 4 frases, que resumí en este vídeo, aunque ya lo puse por todas partes… gracias a ella tuve este orgasmo artístico, es de recibo reiterarme y agradecérselo:

Ya dije que GH18 está muerto de antemano, me retrotrae a otra escena de cine, una de Fassbinder (nacido el mismo día que yo, barroco, suicida, bisexual y adicto al vacío… también como yo, más o menos), en la que un personaje sueña que pasea por un cementerio y se da cuenta de que todas las tumbas se caracterizan por que todos los fenecidos vivieron pocos años, incluso sólo unos días, el personaje se encuentra con el jardinero que cuida del cementerio y le pregunta cómo es posible que él sea tan viejo en un lugar donde todo el mundo muere tan joven. El jardinero se ríe y contesta “usted no lo entiende, esas fechas inscritas en las lápidas no representan cuándo nacieron o murieron, representan el tiempo que tuvieron algo auténtico en sus vidas”. Pues eso.

Apéndices y agradecimientos:

-apéndice 1: este párrafo lo expresa o completa perfectamente aquí un señor@ al que no tengo el gusto de conocer (lucctas), sobre el tema de los catedráticos de GH y la tortura patética del concepto de reventado año tras año, que ya da hasta ascopena que se use sea del bando que sea, así como lo que aporta sobre los conspiranoicos, y lo siento por cómo suena… pero de 10 personas que tienden a la conspiración por norma sólo 1 me parece interesante o inteligente en sus propuestas, porque cuestionar, desconfiar o destruir lo sabemos hacer bien todos, abrir nuevas vías tras esa demolición, que es lo productivo, muy pocos.

-apéndice 2: mucho nivel en los comentarios, Trugni (ahora ya del contraclub de autores), GHTime, mi Tita… (y Joan… pero a éste sólo porque me ha peloteado), y más gente menos asidua o nueva (perdón por no hacer listado), aunque suene a una mezcla de protocolo y falsa modestia lo cierto es que no hay más nivel arriba que abajo. Putos de vista maravillosos todos (Maroto, no es una falta de ortografía, es sinestesia libre).

-gracias a las noches de chat que han servido para intercambiar opiniones, patologías, fotos sin cabeza… y demás menesteres que sólo el hacerlo a pelo (el diálogo directo me refiero) hace surtir debidamente, algunas cosas de mis entradas me vinieron a la cabeza gracias a esas charlas. Nanita/Tita, recordad siempre que puedo destruiros la vida con el material enviado.

-ah… y gracias a Maroto claro [esto por puro protocolo, que sé que me habrías echado insecticida en más de alguna ocasión, ten en cuenta que no controlo porque yo nací malo… o de culo, si lo quieres más castizo (véase)]

Nos veremos en el Vip, supongo. Tontos por dependientes, ebrios y pastilleros. Tontos de toda la vida.
0
Ir a la barra de herramientas