Susana ha sido una concursante valiosa. Ha estado implicada en las tramas más importantes de la casa, ha demostrado muchas veces carácter y ha sido, sobre todo, fiel a sí misma.
Intentaremos desgranar su paso por la casa en una división más temática que cronológica en los que creo que han sido los cuatro ejes principales sobre los que ha basculado la murciana: sus relaciones con Danny, Argi, los gemelos y la facción mayoritaria de la casa, conocida como chupipandi.
Con Danny
En las primeras semanas, Susana apenas destacó. Influyó en ello su no integración en el sector mayoritario de la casa pero sobre todo su acercamiento a Danny.
La verdad es que no recuerdo cómo se produjo este acercamiento pero sí que a partir de un momento dado teníamos a Susana colgada del cuello de Danny a todas horas. A la chavala se la veía enchochada y al DJ se le veía que la estaba utilizando. De aquellos momentos sí recuerdo una frase de ella que por la noche le dijo a Danny: «yo por ti, robaba un trozo de pan y me cargaba las culpas». Se me cayó un poco el alma a los pies de ver ese nivel de servilismo pero aún así de esa relación con quien uno empatizaba era con Susana, pues la veíamos más víctima de los manejos del pinchadiscos que responsable de sus propios actos.
El cúlmen de todo este embrollo llegó cuando apareció la famosa novia de Danny. Toda esa semana estuvieron jugando con ella –con buenas y malas artes– pero la frase que le dijo Danny a Susana «tu estás aquí (abajo) y Eva está aqui (arriba) y si te tengo que utilizar te utilizo» fue lapidaria y uno piensa que para no vover a dirigirle la palabra a quien la hubiere pronunciado.
Aún así, Susana intentó volver a tender puentes con Danny e incluso este mismo viernes defendía a capa y espada su actuación, diciendo que ella disfrutó de muchos buenos momentos con Danny y que si él realmente la había utilizado, pues peor para él.
La marcha del DJ por las razones que todos ya conocemos, truncó esta trama.
Con Argi
La relación de Susana con Argi fue de menos a más. Ambas muchachas a priori no tenían mucho que ver pero a fuerza de ser nominadas repetidamente por el sector mayoritario de la casa fueron encontrándose poco a poco. Aliadas en un principio con Noelia –alianza que como ya sabéis, traicionó la asturiana– no fue precisamente hasta su salida cuando su unión se empezó a hacer fuerte.
Argi y Susana eran el objetivo predilecto de Sonia y varios de sus afines en las nominaciones y eso forjó más su amistad. La entrada de los gemelos, de los que hablaremos algo más tarde, afectó en cierta medida esta amistad, aunque las llamadas de los familiares y en especial de la madre de Susana recomendándole que se apoyara más en Argi, y aquello de que «una amiga es para toda la vida» hizo que se recompusiera.
Paralelamente a esto, surgía el susargismo como movimiento fan, que creo que exageraba en cierta medida el grado de amistad que realmente tenían entre ellas. Que era mucho pero tampoco incondicional ni por parte de una ni de la otra. Argi encontraba refugio para hablar de ciertas cosas en Igor mientras que Susana se acercaba cada vez más a los gemelos.
La noche del movidón en Guadalix, Susana mostró sus dos versiones. En un principio, cuando estaban discutiendo los gemelos con Argi, Susana la defendió a ella, pero cuando la bronca se generalizó, desapareció casi como por arte de magia para acabar posterioremente abrazada de Gonzalo en el baño.
Cuando Argi fue expulsada, Susana lloró amargamente su marcha y siempre tiene un rincón en su blog o en muchas conversaciones para la vasca. Al final le acabó cogiendo muchísimo cariño y como ella misma decía, no fue hasta su marcha que se dio realmente cuenta del apoyo que había representado para ella la Gastaka.
Con los gemelos
La relación o noviazgo de Susana con Gonzalo ha sido el principal error (estratégico, en lo personal intuímos que también, pero en temas de amores toda precaución es poca) de Susana en su paso por el programa.
Partíamos ya de una premisa sensible: Gonzalo había tenido una mini-relación con Argi hacía dos años y ahora el sevillano le estaba tirando fichas a la murciana delante de sus narices. A mí sinceramente con esta frase tan manida de «yo a un exnovio de mi amiga ni me lo miro» nunca he estado de acuerdo. Si se le llama ex es por algo y está perfectamente libre.
Pero una cosa es lo que me parezca a mí y otra lo que le parezca a la mayoría del respetable. Y dentro de ese embrollo llamado susargismo no sentó nada bien. Y el susargismo empezaba a ser mayoritario y con este movimiento de Susana se iba decantando más hacia el argismo, cuando en sus inicios parecía que el sector más mayoritario era susanista.
El problema de Gonzalo no era, para mí, ser el ex de Argi sino ser… Gonzalo. Personaje –y su hermano, más de lo mismo– machista, posesivo y chulopiscinas donde los haya, empezó a absorber a Susana igual que lo había hecho Danny. Aquí ya uno empezó a pensar si el problema no sería de Susana y no de los ejemplares que la murciana elegía para sus relaciones.
Volvimos a ver escenas de cierta sumisión de ella hacia él e incluso hacia su hermano. Aunque este noviazgo generó un nuevo carpeterismo fan, el conocido como sumelismo, mostró músculo con las nominaciones fáciles, como la de Anabel o Yessi, pero se vio superadísimo cuendo el enfrentamiento fue con un fuerte como Igor.
Con la chupipandi
Para mí, su mejor aspecto del concurso. Empezó a calar a Sonia cuando en las primeras nominaciones a la cara dijo aquello de que se había equivocado en las cuentas. En la persepsión de Susana, más que creerse las excusas de la canaria se veía que se olía algo chungo.
Susana ha sabido leer muy bien el juego y ha sido la única –junto con Argi– que ha intentado jugar un poco en las nominaciones, cosa que personalmente me ha encantado, me gustan los concursantes con este perfil. Su macarronetor me provocó cierta ternura. Aunque no compartí su objetivo –que era salvar de la nominación a los gemelos– sí me gustó que lo intentara y que al fin y al cabo le saliera bien.
A medida que avanzaba el concurso, su relación con Sonia se iba deteriorando, hasta el punto de tener varios encontronazos con ella. A Kristian también lo caló rápido. Fue la primera en proclamar su problema de yoísmo y de destapar ese truco tan recurrente del de los pelos cardados de soltar puyitas por la boca y luego refugiarse en que todo es en broma.
Solo nominó una vez a Sonia, la famosa noche del pacto frustrado por la traición y posterior expulsión de Noelia, que hizo que ese voto sindicado con Argi no sirviera, a la postre de nada pero sí que le dio amplia munición a la canaria para cargar contra Susana durante semanas haciendo constante camapaña entre sus compañeros en contra de la murciana.
Tras la marcha de Sonia, su relación con Kristian se fue tensando y al final estaba hasta el mismísimo moño de él, de sus niñatadas y de sus «bromas». Al conocido episodio de «¿tú desde cuándo eres graciosa?» respondió ella con un magistral «Pues mira, estoy haciendo vídeos» unos minutos más tarde.
Coda
Hasta aquí, este breve repaso de la trayectoria de Susana, con algunos huecos por rellenar, como su último tramo de programa junto a Álvaro y Desi o su reconciliación con Igor. No son temas menores aunque tampoco los veo esenciales. El resumen de su paso viene implícito en el título: afortunada en (la visión del) juego, desafortunada en (la elección de) amores.
Tenemos pues, una concursante con sus luces y sus sombras, como todos. ¿Merece llevarse el maletín? Desde luego que merece aspirar a él.
A la hora de juzgar a un concursante supongo que todos ponemos en la balanza las cosas buenas con las no tan buenas e intenamos hacernos una valoración global. También, en el hecho de que seamos público y jurado, hace que funcionemos por afinidades pero también por animadversiones y es perfectamente comprensible que haya gente que opine que si gana Susana en cierta medida también ganan los gemelos. La percepción general es que el hecho de abrir una carpeta en GH es siempre positivo de cara a la audiencia pero creo que en este caso concreto no es así y que los gemelos le están haciendo un flaco favor a las aspiraciones de Susana de cara a la victoria. En este sentido mejor estarían con la boca cerrada.
Yo reconozco que este es un tema que me echa bastante para atrás aunque también hay cosas que no me convencen de Igor, del que hablaremos mañana.
Así que a falta de la presencia en la final del que se convirtió en las postrimerías del concurso como mi favorito, que era Álvaro, me marcaré un triana rakyano y tampoco me mojaré respecto a mis preferencias de cara a la final. Al menos hasta mañana, cuando escriba la reseña sobre Igor, que igual hace que se me encienda una bombillita en la cabeza y vea una opción clara.
Pero al margen de esto me parecerá correcto que gane cualquiera de los dos que, a tenor de las diversas encuestas, tienen a día de hoy las mayores opciones de hacerse con el maletín. En nuestra encuesta tenemos casi un empate técnico desde el primer día que la pusimos en los dos puestos de cabeza a una distancia sideral de Raky y Desi.
Hasta mañana, calcetineros, que ya nos queda bien poco.