Todos sabemos cómo son todos los realitis de la cadena, básicamente todos ellos y ahora más que nunca están guionizados, incluso los semirealitis como el viceverso o ese en el que te sanea la imagen.
En cambio nuestros gran Hermano por las características del formato era el único que conservaba cierto grado de pureza y espontaneidad. Cierto es que el intervencionismo de la dirección del programa siempre a existido en más o menos grado, pero aun así eso se conservaba.
La realidad es que definitivamente eso casi se ha perdido, digo casi por que el propio formato permite conservar algo a pesar del intervencionismo.
Ahí tenemos lo sucedido con la cajita de los cojo**s , que mejor manera de hablar de ello simplemente echando mano a la videoteca.
Recomiendo a los lectores que vean los videos varias veces y se quede con los detalles de cómo se intenta abrir la caja.
Han único intento anterior conocido.
Han abre la caja
Suso el único concursante que llego tan lejos en los pasos aparte de Han
Me imagino que cada uno habrá sacado sus conclusiones. Los hechos son claros, la apertura se muestra en diferido, si habéis visto detenidamente los videos veréis que algo falla. A mí me sorprende como resultando tan fácil como nos ha demostrado Han, ¿Cómo es posible que alguien no lo haya abierto antes?
Como suelo decir, una más para el expediente. Básicamente ya el asunto ya ni me escandaliza, me da la sensación general de un paripé, hecho de la forma tan chapucera como innecesaria.
La conclusión que llego es que esto ya dejo de ser un concurso, ni siquiera es Televisión como apuntaba Maroto, porque la Televisión bien hecha tiene algo de contenido y profesionalidad. Para mí esto es algo hueco y vacío, que se rige puramente para crear impulsos para estimular solo la audiencia de una manera muy chapucera.
No sabía que nombre podría dar a este tipo de formato. Curiosamente fue en otro ámbito donde encontré la clave. Estaba yo metida en mis foros y canales sobre economía y es ahí donde lo encontré.
Estaba viendo un programa de Keiser Report y comentaban que en EEUU existen empresas especializadas en público a la carta. Los famosos las contratan para tener seguidores para que los medios los filmen con ellos con la idea de generar un efecto simpatía en el espectador.
También lo utilizan los políticos en las campañas y debates. Los hay que se utilizan en platos de televisión para crea un ambiente a favor o en contra de alguien o algo. Los hay incluso para los medios a los que también se les ofrece publico para que actúe como manifestantes o gente indignada. De hecho en internet está plagado de videos de tomas falsas donde vemos el clásico reportero esperando la conexión y con un público pasivo detrás, y que se activa solo cuando se produce la conexión en directo. La faena es que a veces la conexión entra antes de tiempo.
Max Kaeser decía que eso era lo mismo a lo llamado pueblos Potemkin. El termino se utiliza para definir algo de buen aspecto y muy buena apariencia, cuando su aspecto real es totalmente desastroso o sin contenido.
El término viene del año 1787, en aquel año la zarina Catalina II de Rusia, la Grande, decidió visitar Crimea territorios administrados en su nombre por Gregorio Potemkin. La cosa es que Catalina la grande era lo más parecido a un simbiosis entre Mercedes Mila y Vladímir Vladímirovich Putin, vamos una gobernante que se toma muy en serio su trabajo y no estaba por la labor de consentir cualquier vacileo.
Ante semejante marrón Gregorio Potemkin (el Alvarito de la Zarina) consciente del desastroso estado en la que estaba la recién anexionada Crimea, tuvo que improvisar una solución de urgencia.
Esta no fue otra que crear grandes y vistosas fachadas de edificios inexistentes que daban un aspecto idílico de los pueblos. Todo ello era acompañado de gente debidamente bien vestida, sumando el hecho que catalina viera a relativa distancia, por cuestiones de seguridad, daba la visión pueblos perfectos aunque en realidad se encontrasen en situación de miseria.
Catalina la grande volvió a su palacio engañada y satisfecha pensando que sus políticas permitían a sus súbditos tener un gran bienestar.
Lo que tenemos ahora no es otra cosa que un Gran Hermano Potemkin, un concurso totalmente degradado e intervenido, donde en las galas apreciamos una claro de síntoma de público a la carta, donde se abuchea y aplaude a boleo sin respeto alguno. Unas galas desnaturalizadas y mal ejecutadas, donde verdaderas tramas no se aprovechan y se persisten en tramas inexistentes, tiempos mal ejecutados, entrevistas mal realizadas, donde se desprecia a la verdadera sustancia del concurso que son los concursantes.
Tan solo tenemos que ver como se hacían las galas hace apenas dos ediciones. Hay gran cantidad de detalles que se desaprovechan que por si solos son impresionantes pero por ocurrencias se desnaturalizan y acaban perdiendo interés. Como fue la expulsión de Amanda, la persistencia de nominaciones a la cara, el chorreo de información, el favorismo y la ausencia de una entrevista digna, etc, etc, etc.
Solo se busca el punch sobre a la audiencia sin más, sin forma y sin contenido, recurriendo a recursos que no aporta nada, sino restan. Como un DBT que es más un circo de analfabetos de Gran Hermano. Se justifica por una nueva audiencia, pero no es una audiencia con gustos distintos, sino una audiencia que solo responde a impulsos instantáneos y fugaces sin contenido, que no se para a pensar si lo que le cuenta es verdad o mentira, si simplemente existe o no.
Al final la Audiencia se convierte en una Catalina la grande contemporánea que acepta lo que ve y se deja engañar.
Es una verdadera pena porque hay potencial de hacer grandes cosas y no es necesario hacer ni forzar nada. Se está perdiendo por pura incompetencia un buen programa, que nos puede llevar a un escenario en que Gran Hermano fracase.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Primero tomárnoslo con tranquilidad y asumir que esta guionizado, centrarnos más en tomárnoslo con filosofía y reírnos de su incompetencia, disfrutando del verdadero Gran hermano del 24H.
Por supuesto seguir revindicando con tranquilidad pero con firmeza el Gran Hermano de verdad, el de siempre, el de casa, el de toda la vida. Por qué a pesar de todo algo del Gran Hermano original sigue subsistiendo y en parte es gracias a nosotros.
No quiero terminar no sin antes mencionar un detalle, no olvidemos que los concursantes nos podrán gustar más o menos, pero salvo excepciones, no dejan de ser personas a los que les debemos que den vida a ese Gran Hermano de verdad. Por tanto merecen un respeto y consideración.
Un saludo.